En muchos lugares del mundo y con diversas personas de la clase artística, especialmente mujeres, hemos visto como se les falta el respeto.
El fútbol femenino no es la excepción. Han habido casos donde la jugadoras han sido víctimas de acoso sexual. Se aprovechan de la inocencia o ignorancia de algunas féminas por desconocer que tienen derechos y que pueden alertar si reciben expresiones indecorosas o algún roce corporal. Lo cierto es que las chicas en múltiples ocasiones sienten temor ya sea por represalias en su contra por el abuso de poder de personal con puestos influyentes.
En Puerto Rico existe la ley número 17 que prohíbe el hostigamiento sexual en el ámbito laboral. Así mismo existe en diversos lugares leyes que repudian ese comportamiento.
La Federación Puertorriqueña de Fútbol se afirma en ser uno de los últimos países en haberse afiliado a la FIFA.
Sin embargo, yo entiendo que debería ser uno de los primeros en lanzar una campaña de apoyo y orientación sobre el acoso sexual dentro y fuera del campo de fútbol, tanto para las jugadoras como para jugadores y todo el personal que labora en los clubes directa e indirectamente. Debería ser fuente de proveer seguridad y audiencia. Y créanme que se ganaría el respeto de toda la comunidad en general. Es de sabio obtener conocimiento y aportar a los demás para protección y seguridad de todas las personas. Hablar de situaciones que incomoden y alzar la voz es un enorme paso a la victoria del respeto. Cabe destacar que si hay alguna queja de alguna jugadora o personal destacado en el campo debe ser de investigación y se tiene que tomar las medidas disciplinarias con los que cometan dicha falta.