Terminar y ganar una competencia a medias es difícil de asimilar. La capitana del Barca, Vicky Lozada ha sentido mucho todo lo que ha estado ocurriendo aunque tiene un título muy merecido en la Liga femenina.
Para todos ha sido muy difícil festejar sin presencia personal y dejar de abrazarnos, aún peor.
No tener la oportunidad de celebrar los cumpleaños, días de las madres, graduaciones y los deportes, en especial el fútbol femenino, sigue siendo un reto que de una forma u otra va dejando una marca con diversos sentimientos. Esos juegos donde siempre han estado presentes los saludos, abrazos y el compartir ameno son de extrañar. Tenemos que acostumbrarnos a los cambios que el COVID-19 ha traído a nuestras vidas.
Esta cuarentena nos ha obligado a recesar todos los planes.
No obstante, debemos ser solidarios, empáticos con los que nos rodean y visualizar que en un futuro no muy lejano volvamos a compartir como siempre hemos acostumbrado. El sentir de Vicky es el mismo de muchas personas porque de una manera u otra todos nos afectamos.
No debemos perder la esperanza; con la mente positiva dispuestos para vencer los temores y no olvidar que vendrán tiempos mejores.