El pasado fin de semana del 18 al 20 de diciembre se jugó la décima cuarta jornada de La Liga en la cual el Fútbol Club Barcelona empató 2-2 con el Valencia en el Camp Nou luego de haber ganado al líder de la tabla, la Real Sociedad, a mitad de semana. Viendo el progreso del Barça lleno de tropiezos desde el principio de la era Koeman, se esperaba que a los blaugrana se les dificultara el partido contra la Real y no contra el Valencia. Pero… ¿por qué el Barcelona de Koeman no ha arrancado?
La plantilla a principio de temporada dió ilusión a la afición con la incorporación de Serginho Dest, las salidas de Rakitic y Vidal, la decisión de Messi continuar y más protagonismo a jugadores más jóvenes como Ansu Fati y Riqui Puig. A este último no se le han dado los minutos ni el rol que se hubiera esperado luego de su aportación en la pasada temporada. Un jugador excelente rompiendo líneas, desmarcando y moviendo el balón. Justo los elementos que le hacen falta al Barça para el engranaje de su máquina. Lamentablemente su falta de minutos se debe, según la prensa española, a su relación lacerada con el entrenador holandés.
Otro defecto que tiene el exjugador del Dream Team del Barça a la hora de entrenar es su planteamiento y su falta de urgencia en mejorar al Barça cuando se va en desventaja en el marcador. En el partido contra el Valencia, cuando llegó el 2-2, cuando se disponía a hacer el cambio para poner a Pjanic, se vieron imágenes de cómo el bosnio se volvía a colocar su chaqueta, dando a entender que ya no entraría. En la misma imagen se puede observar a Riqui Puig sonriendo de manera sarcástica. En ese momento se produjo el cambio de Trincão por Griezmann, y luego Lenglet por Coutinho. Pjanic finalmente entró en el minuto 85, sustituyendo a Pedri. Más tarde en rueda de prensa, Koeman justificó el colocar tres centrales ya que “cuando perdíamos el balón se generaba mucho peligro defensivo”. En esa situación, habría sido más efectivo meter a centrocampistas que podrían haber frenado el arranque del Valencia desde la medular, en vez de intentar detenerlos de cara a portería, donde es más difícil encontrar espacios para controlar, además de que generas peligro dentro del área especialmente por parte de Lenglet que ha cometido errores que han comprometido al equipo.
Por otro lado, Koeman sigue dándole confianza a Coutinho, un jugador que no ha demostrado ser determinante ni ha dado aportación significativa en lo que va de temporada. No es peligroso de cara a portería y es un jugador que para poder funcionar necesita tener la ventaja él y no crearla, que es lo que se espera de un jugador con el rol que posee. Teniendo a jugadores como Konrad de la Fuente, un extremo izquierdo puro, y a Riqui Puig, que es atrevido en cualquier parte del campo, no comprendo qué pinta Coutinho en este Barça.
Si el Barcelona quiere llegar a competir por títulos, hay que cambiar la mentalidad de defender el resultado. Jamás un equipo que compita con esa mentalidad ha llegado a lo más alto. Hay que darle protagonismo a Puig y a Konrad; los pocos minutos que han disputado le han dado un aire y frescura a un Barça que se encontraba sin opciones y sin comodidad. Además, hay que ser valientes y dejar en el banquillo al que no se lo merezca. Hemos visto a Lenglet que ha comenzado en el banquillo los últimos partidos, pero un Sergi Roberto estaría jugando por encima de Dest a día de hoy si no estuviera lesionado. El FC Barcelona no es un club que se pone como meta clasificar a puestos de Champions. Toca hacer introspección para virar esta situación.