“No maldigas el futuro, si eres cómplice del actual presente.”
Lorenzo Gautier Calderone
Posiblemente Iván Rivera Gutiérrez, por ser el presidente de la FPF, tenga en sus manos la mayor responsabilidad del destino de nuestro fútbol. Pero no podemos olvidar que no es el único que ejerce un voto en la organización que preside y existe un cuerpo directivo, que son mayoría y que representan a las regiones, ligas, clubes y jugadores que les seleccionaron para defender sus derechos.
Es por eso, que sabiendo cual es el derrotero de Iván, la participación de los demás componentes de un Comité Ejecutivo y de miembros representativos con voto en la asamblea son responsables del éxito o fracaso de nuestra institución deportiva.
Si por beneficios económicos, deportivos o de otra naturaleza esos directivos trazan rutas diferentes a las de buena administración sus pensamientos interiores les estarán diciendo: «mea culpa».
No hay que ser un erudito para ver que sucede o sucederá en el futuro de nuestro fútbol.
Todavía en los 170 en el ranking de FIFA, perdiendo partidos con islas con menos recursos deportivos y con una posible expulsión del Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) por desacatar sus reglamentos no se puede hablar de futuro.
Iván Rivera Gutiérrez es el responsable principal pero los que le aprueban sus decisiones y entuertos federativos tienen que gritar en estos momentos de crisis: “mea culpa.”
Es tiempo de reconocer errores y la capacidad para corregirlos o esperar que los afectados les pasen facturas.