“La humildad consiste en callar nuestros logros
y permitirle a los demás, descubrirlos.”
Tal vez la impetuosa juventud hace que las personas cometan errores de juicio, que en el transcurso de la vida redundarán en el triste ocaso de esas acciones. Hay un camino de sorpresas en cada actividad que se realiza en las distintas fases en que con ellas vivimos. Somos esclavos de lo que decimos y demostremos ante los demás. La vida te puede favorecer, por tiempo indefinido, pero te puedes convertir en el podador de esos logros, por actitudes arrogantes e irritantes hacia los demás.
En días pasados, en una reunión citada por la Presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR), Sra. Sarah Rosario, junto a un número de presidentes federativos, resultó que nuestro flamante presidente de la Federación Puertorriqueña de Fútbol, Sr. Iván Rivera, sacó a relucir actitudes que ya en el pasado, personas que lo conocen, le habían tildado de una conducta repetitiva de arrogancia y egocentrismo.
Lo bueno de ser humilde y comprensivo es que en el transcurso de la vida, uno logra amistades de todos los deportes, que mantienen esa amistad, aún, cuando ya uno esté retirado de esa saludable actividad deportiva.
Por esa amistad y respeto, me llamaron para hablarme de la actitud arrogante con que se presentó un novato presidente que todavía caga amarillo en cuestiones federativas, ante varios presidentes federativos, por años curtidos en esas lides.
Comenzando por su irritante alto tono de voz, para explicar unos “logros” adquiridos en su inicio como rector del fútbol isleño.
“Estuve en Las Vegas, en una reunión de la CONCACAF y me quedé en un hotel cinco estrellas,” “Pronto voy para Francia,” y otros temas, como el desprecio repetitivo a la pasada gestión administrativa de Eric Labrador.
Yo, que siempre argumenté, que Eric labrador no hizo el mejor trabajo en la FPF, reconozco que eso ya pasó y no puedo seguir atacándolo ahora, que ya está fuera de la FPF. Eso es lo que se conoce como “overindulge.” ¿Cual es la ganancia?
Uno de mis informantes me dijo que Iván Rivera parecía “un nene con juguete nuevo” y no cree que será bien recibido en el seno de verdaderos veteranos deportistas.
Como es posible que para lucirse, hable de las bondades económicas de su federación, por ser parte de la asociación más rica del mundo deportivo (FIFA), de lo que recibe anualmente, cuando allí hay presidentes que venden bizcochos, para sostener a su federación. ¡Que barbaridad!
Mire, Sr. Presidente Rivera, si con ir a Las Vegas formó esa hecatombe argumentativa, prepárese a asistir a los cuatro Congresos de FIFA a los que posiblemente asistirá, junto a su Secretario General y Oficial de Finanzas (que son lo que deben asistir), a llegar al país designado, transportación, hotel cinco estrellas, cuartos individuales, desayunos, almuerzos y cenas gratis y una oficina de finanzas, para que recoja cada uno $1,000.00 dólares en efectivo, que de seguro le sobrarán. Y en estos cuatro años visitará países que le causarán más euforia, que la desatada en la pasada reunión en el Comité Olímpico.
Dentro de su Comité Ejecutivo puedo mencionar miembros que son mis amigos y que siempre han demostrado una humildad ejemplarizante, a pesar de sus logros reconocidos.
La juventud es buena, pero a veces carece de unos atributos que la denigran.
Eso, puede traerle problemas, aún, dentro de su propio entorno o de los que votaron por usted, en busca de una humilde lumbre, que ilumine un deseado progreso de nuestro fútbol.
“Sé humilde cuando subas, para que sean indulgentes contigo… cuando bajes.”
Nota editorial: Futbol Boricua (FBNET) Inc., ni sus patrocinadores, necesariamente se solidarizan con las expresiones vertidas en esta columna.