Los campeonatos de fútbol femenino generan oportunidades, no solamente para las jugadoras, sino para los fanáticos.
Los fanáticos suelen ser muy importantes en los partidos de fútbol. Según el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, «en Francia 2019 tuvieron más de 1,000 millones de espectadores en todo el mundo y cifras increíbles en países en los que normalmente el fútbol femenino ni se acercaba al masculino…».
Existe la preocupación por parte de Infantino, ya que se acerca el Mundial Masculino 2022 en Catar, sobre el asunto de que las mujeres iraníes no pueden asistir como espectadoras, ya que desde la Revolución Islámica de 1979 el gobierno teocrático de los Ayatola estipula que «las féminas no pueden entrar a los estadios en Irán para ver a los hombres jugar el fútbol». Creen que es pecado el que las féminas participen del mismo, de acuerdo con sus creencias religiosas.
En defensa de ello, Infantino le envió una carta al presidente de la Federación Iraní de Fútbol para que garantice la entrada «a todas las mujeres iraníes o extranjeras que lo deseen». Todos los involucrados en esta situación creen que este objetivo será complicado de lograr. Sin embargo, hubo un partido en que jugaron Irán vs. Camboya donde históricamente, después de cuarenta años de espera por parte de los fanáticos, Irán asignó solo 4.000 boletos a mujeres para asistir a dicho juego. Les reservaron asientos lejos de los hombres y con vigilancia policiaca; a pesar de las restricciones, pudieron disfrutar de un buen partido. El gobierno iraní no ha vuelto a considerar tal acción a causa de la religión.
Entiendo que la administración de la FIFA se preocupa grandemente por el deporte y su fanaticada. En especial por las mujeres dentro y fuera del campo de juego tanto a nivel mundial como en Puerto Rico. Experiencias como las que están ocurriendo en otros países, en especial en Irán, nos ayudan a observar a nuestra selección de una manera distinta.
Conflictos con el deporte, los jugadores, fanáticos, entrenadores, técnicos y todas las personas que trabajan mano a mano con el fútbol, se ven afectadas por situaciones similares que ocurren en otros países. Un detalle importante es que se puede aprender de todo lo que nos afecta para que la toma de decisiones sea beneficiosa para toda la comunidad deportiva.
Comparando la situación de Puerto Rico con las demás naciones es importante destacar que somos afortunados en poder tener personas administrandores, jugadores, y árbitros comprometidos, sin olvidar a los fanáticos que apoyan para que el deporte progrese en nuestro país. A pesar de las limitaciones que se presentan, tanto administrativo como en lo comercial, debemos estar agradecidos de que en nuestro país hay una cultura inclusiva que anima a que las mujeres podamos libremente participar del deporte rey.
Es probable que el tiempo de espera se esté acabando y ya sea momento de que la administración de la Federación Puertorriqueña de Fútbol se sacrifique más por el fútbol y busque alternativas para atraer a una fanaticada especial y patrocinadores que apoyen a la selección de Puerto Rico hacia un mejor porvenir con recursos y beneficios para los que disfrutan del deporte del fútbol en nuestra isla. También, coordinar enlaces con otros países para atraer turismo deportivo en un futuro no muy lejano, ya que queremos ver más fútbol durante el año. Probablemente creemos que no hay manera o alternativa de hacerlo, pero tal vez deba considerarse que Puerto Rico aún no está preparado para asumir responsabilidades mayores con el fútbol.
