Esa frase que significa en español “mientras yo esté bien…” me la dijo un compañero de trabajo ante una situación y actuación indebida de un supervisor.
En otras palabras, que se pudra la institución, mientras no me afecte directamente ni mis negocios, ligas, academias, clubes y posiciones administrativas. Y eso, para mi entender, es lo que sucede en nuestra federación de fútbol en estos tiempos.
No creo que de verdad, a nivel general, exista un verdadero sentimiento de desarrollar el deporte para lograr éxitos de envergadura y poder llegar a las posiciones de mérito en tan siquiera nuestro Caribe. “No importa si estamos en la posición 187 o la 200, si no me afecta directamente. Ni si se violentan las disposiciones estatutarias y reglamentos, si me permiten ser miembro de la FPF. Con eso basta”, dice un miembro que conozco.
Cualquiera que tenga el interés genuino de que el fútbol nuestro progrese tiene que buscar información sobre nuestro fútbol, bajo las administraciones de Monroig y Serralta, y comparar con el de hoy, pero “as long as I’m okay…”. Uno nota la pobre indignación que permean en mentes que aceptaron posiciones de liderato, pero no ejecutan el mandato de una asamblea que también tiene miembros que velan por sus intereses, o no saben, o no han leído, o no les importa.
Para resumir, solamente haré unas preguntas “tontas” sobre la FPF. Veamos.
1- ¿Todo nombramiento del personal técnico, que haga el Presidente Rivera, tiene que ser aprobado por el Comité Ejecutivo?
2- ¿Saben que el aceptar un nombramiento de una persona por el Presidente, sin una investigación del Comité Ejecutivo, les hace cómplice de lo que pueda ocurrir?
3- ¿Están todos los miembros que componen la FPF ha defender a sus hijos, ante situaciones deshonestas?
Sean sus propios jueces y si no actúan conforme a estatutos y honestidad…luego no se quejen. ¡Advertidos!
“Una entidad saludable, depende mas de la honestidad de sus miembros, que de la mejor medicina que pueda existir.”
Lorenzo Gautier Calderone