Así dice el tan famoso anuncio que vemos en todos los medios tiempos de partidos de La Liga Santander. Es bonito, la verdad, pero, de momento, se ha convertido en algo horroroso repleto de una falta de empatía inmensa. Mientras la Ligue 1 de Francia y la liga holandesa cancelan la temporada para evitar el contagio, la liga española y sus representantes han comenzado a hacer planes para comenzar a entrenar y jugar lo antes posible.
Figuras que tanto conocemos los fanáticos del fútbol español, como Josep Pedrerol de El Chiringuito y hasta el presidente de La Liga, Javier Tebas, han salido en ruedas de prensas diciendo que “El que no quiera jugar, a casa” o “Nadie se puede negar a jugar si Sanidad lo permite”.
Compañeros, ustedes que mencioné y todos aquellos que estén de acuerdo con esas declaraciones, les hablo desde una mente empática. ¿Cuántas personas han muerto debido al COVID-19 en España? 23, 822. Veintitrés MIL ochoCIENTOS veintidós muertes, vidas, familiares, amigos, fanáticos.
Telemundo Deportes nos cuenta que tanto la organización como los clubes podrían perder 600 millones de no terminar la competición, pero aquí es que viene lo clave. ¿El dinero es más importante que las vidas de aquellos fallecidos, enfermos o los que estén por enfermarse? ¿El dinero de una organización millonaria, de clubes multimillonarios, de jugadores billonarios? ¿Ese dinero que pierdan vale MÁS que las vidas?
Un rotundo no. Falta de empatía, falta de humanidad, falta de todo lo bueno en el mundo tienen todas las personas que piensan que se debe reanudar la competición.
Hay personas sufriendo en sus casas porque no tienen dinero para cubrir los gastos hospitalarios. Hay personas en el hospital sin poder ver a sus familias, disfrutando de un último adiós por la pantalla de un iPhone que cuesta hasta $749. Hay personas que no han cobrado desde que comenzó la cuarentena pandémica, que no tienen dinero para hacer compra. ESE es el dinero que importa, no el dinero egoísta en manos de pocos.
La titulada mejor liga del mundo del fútbol se ha metido en tremendo lío.
Si sanidad establece que se puede reanudar la competición, NO se debería hacer. Disculpas a Javier Tebas, que de momento solo tiene por cerebro un signo de euro, pero es una auténtica vergüenza las palabras que ha dicho.
Desde que comenzó todo esto, los jugadores mismos dijeron que no vale la pena jugar fútbol sin los fanáticos, y así será que se jugará. Los fanáticos se corren el riesgo de infectarse y morir si acuden a los estadios para ver al equipo de sus vidas disputar un partido. Los jugadores se corren el riesgo de la misma manera. Esto a tal nivel que la FIFA está considerando permitir hasta cinco cambios por equipo para asegurar su bienestar.
¿Dónde está la humanidad, compañeros? ¿Desde cuándo el dinero y el deporte valen más que la vida?
Nadie es inmune al Coronavirus. Nuestros familiares, amigos y profesores no lo son. Nuestros jugadores preferidos no lo son. Los entrenadores no lo son. El equipo técnico tampoco es inmune. Javier Tebas no es inmune al COVID-19. ¿Tenemos que esperar a que se enferme alguien cercano para encontrar empatía y solidaridad?
La Liga Santander no debe reanudarse, al igual que ninguna otra liga ni deporte debería hacerlo. Estamos en tiempos de crisis. Crisis de salud, crisis social. Esa crisis va antes que la crisis económica.
Cierro con una cita de mi querido compañero en Gambeta Podcast, Sebastián Morales, “No es fútbol, es dinero o preservar vidas”.