Ellen Fokkema, jugadora holandesa, con tan solo 19 años se convierte en la primera mujer en pertenecer a un equipo masculino.
La intención de integrar a una chica para jugar en un equipo masculino trasciende las barreras y cabe destacar que el fútbol mixto es habitual en Países Bajos.
Me alegra saber que se integre a la mujer para que se desempeñe en diversos planes para evolucionar y crecer en el mundo del fútbol. Al mismo tiempo, analizo dicha integración y vienen a mi mente diversidad de preguntas.
¿Cómo será el trato que le darán sus compañeros? ¿Acogerán los fanáticos con expectativas positivas? ¿Habrá equidad de oportunidades? ¿Los chicos tendrán cuidado al ejecutar pasos que pueden lastimarla en el campo de juego? ¿El respeto será igual? Son innumerables los cuestionamientos que tengo y obviamente no tengo las respuestas.
Según Art Langeler, jefe de desarrollo del fútbol de la federación, comenta que “apoya a la diversidad e igualdad de derechos”. Podemos asumir que están comprometidos, pero esto no se confirmará hasta que se comiencen a observar las primeras críticas.
Confirmaremos, al pasar el tiempo, si los aspectos importantes que puedan afectar a Fokkema serán tomados en cuenta.
Mi opinión es que las féminas no necesitan aliarse a equipos masculinos para demostrar su potencial desempeño y valor. No quito mérito a los jugadores, pero las mujeres están luchando por unos derechos e igualdades en el deporte y no sé si de este tipo de alianza obtenga resultados dignos y que no manchen la capacidad femenina.
De todas formas, Fokkema refleja seguridad en sus palabras cuando declaró: «He estado jugando con estos chicos desde que tenía cinco años y no me tomé bien el no poder seguir jugando con ellos el próximo año” dijo y añadió: «le pregunté al club si era posible seguir y fue entonces cuando juntos presentamos la solicitud a la KNVB». «Mis compañeros de equipo me han apoyado, han reaccionado con entusiasmo a que me quede con ellos, estoy muy feliz de poder participar en este plan piloto», sentenció en un comunicado, lo que deja saber que se siente cómoda.
Es de desearle a Ellen Fokkema el mejor de los éxitos y que pueda aprovechar está nueva oportunidad que se le ha presentado. Espero, del mismo modo, que esta inciativa le de el impulso que necesita el fútbol femenino para llegar a la igualdad y no manche el poder de las mujeres en el deporte en dicho país.
