“y los sueños, sueños son”
Calderón de la Barca

Le conocí en Toronto, Canadá, los días 10 y 11 de octubre de 2011 cuando la selección masculina jugaba contra la selección canadiense, que empatamos 1-1 en el conocido estadio de Toronto, y fui delegado para tal evento.
Simpático, agradable, conversador y entusiasta del deporte de fútbol, me regaló un plato de bronce con la reseña de ese partido, el cual conservo, entre otros grandes recuerdos de mi vida dedicada al deporte.
Vimos el partido juntos y al final del mismo, me indicó que le sorprendió el resultado y la situación en que se encontraba la CONCACAF en ese momento y lo que sucedió mas tarde. Ese es Víctor Montagliani, actual presidente de la Confederación de Norte, Centroamérica y del Caribe de Fútbol (CONCACAF).
Cuando resultó electo para la presidencia de la CONCACAF, en 2016, me alegré porque era la persona que podía sanear una institución manchada por unos líderes corruptos que fueron enjuiciados y separados del fútbol, aunque algunos, por poco tiempo y otros a los que no han podido cazar. Resbalosos pero están. Usted lo sabe.
He leído la reseña periodística de Esteban Pagán Rivera, del Nuevo Día, fechada el viernes 4 de mayo y donde le realiza una entrevista al señor Montagliani. Le hace unas preguntas interesantes que contestó bien, diplomáticamente algunas y otras con desconocimiento total de la situación por la que pasa el fútbol en la isla. Naturalmente, también hay que saber que hay que abonar el terreno para las próximas elecciones, tanto locales como en CONCACAF.
Trucos del oficio.
No obstante, analicemos lo que dijo Montagliani a la inversa de la realidad palpante en los años de la incumbencia de Eric labrador en la FPF, y luego usted juzge y si no es verdad lo que digo… pruébeme lo contrario.
Antes de entrar en detalles quiero reconocer que Eric Labrador es un experto en montar un espectáculo. Que puede transformar la realidad y los presentes caer de incautos. Miren el montaje apoteósico de los lugares donde celebra las asambleas para recibir a 14 delegados. Al que Dios se lo dá…
¿Saben ustedes que el Comité Ejecutivo estuvo en un desayuno pero sin que los miembros del mismo pudieran hablar con Montagliani y explicarle porque la mayoría de ellos no aprueban la gobernanza de Labrador? ¿Que debía haber una sesión para eso, como hacen los presidentes que visitan a una asociación? Huevos, jamón, tostadas, café… y silencio.
Pero vamos a la entrevista.
Se habla de la gente de la playa de Añasco, que tienen “un corazón de fútbol,” por el establecimiento del Proyecto Goal en ese pueblo. En 2008, los clubes Atlético y Águilas de Añasco, eran los más temidos de la región y gran parte de la isla. Bajo Labrador… desaparecieron ¿donde está el proyecto? Busque en la FPF si hay alguno de ellos registrado, o mejor… alguno de Añasco.
Cuando se habla de que Panamá ha llegado al mundial en Rusia por tener una liga fuerte, el presidente desconoce que desde el 2006, se estableció en ese país, un Plan Provincial de Desarrollo, preparado por un gran amigo mío, del cual tengo copia y que en el 2011, con el Programa CONAR, se pondría a funcionar, pero la visión de Labrador era otra…o ninguna, y se engavetó, luego de varios intentos.
¿LIGAS?
Que le pregunten al Concilio de Ligas de Puerto Rico, que ayuda han recibido de Labrador. Una de las mejores ligas de desarrollo de Puerto Rico, la Liga Metropolitana de Fútbol…no existe. Un logro de Labrador.
Parece que Montagliani quiere quedar bien con nuestros amantes del fútbol y dice que Puerto Rico puede estar en el Mundial FIFA del 2026. A solamente ocho (8) años más. Muchos le aplaudirían, a mí me causó risa. ¡Ilusorio o come cerebros! O las dos. Ni el mismo se lo cree.
Vamos a suponer que FIFA aumente la participación de países de 32 a 48 y aseguren la participación obligatoria de todas las Confederaciones en los próximos mundiales. A la CONCACAF les tocan cinco (5) asociaciones representantes, y usted analiza nuestras posibilidades según el derrotero que llevamos en estos pasados siete años.
CONCACAF tiene 41 miembros y Puerto Rico tendría que derrotar a asociaciones que han sido mundialistas, que su fútbol es superior al nuestro, como Estados Unidos, México, Canadá, Costa Rica, Panamá, Jamaica, Trinidad y Tobago y Honduras. Puerto Rico está en la posición 18 en el ranking de la confederación.
No es fácil, seamos realistas. No vemos el desarrollo de nuestros jóvenes que puedan estar en ese mundial del 2026. Es ilusorio.
Veamos:
De 76 clubes en la FPF en el 2009 hoy no llegan a 40.
No hay una regionalización como se requiere para un desarrollo exitoso, no hay clubes profesionales al desaparecer los Islanders y el PRFC, no hay fútbol playa ni fútbol sala, las comisiones permanentes de la FPF están inoperantes,los delegados no van a las asambleas; no hay cohesión deportiva.
Todavía Víctor Montagliani le dice al periodista que para llegar a un mundial es muy importante “tener la ilusión de llegar.”
La ilusión es necesaria, pero también hay que contar con un liderato que pueda tener un plan de desarrollo, una eficiente regionalización, un buen equipo de trabajo, interés y pasión por el deporte, para lograr los resultados de Panamá y otros países de nuestra región.
Lo demás…es pensar en pajaritos preñaos. “y los sueños, sueños son”
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