Ayer, por curiosidad, estuve viendo el mensaje del Gobernador en la televisión. El mismo era para comunicarle al pueblo de Puerto Rico, que como las arcas del gobierno están vacías, hay que recurrir al mandato que le dio la legislatura de no pagar a ciertos acreedores. O sea, recurrir a un impago.
Todo planificado.
Si usted es buen observador notará que sus asesores políticos lo prepararon para la ocasión. Bueno, para eso les pagan. Traje negro, camisa blanca y corbata negra. De luto. Era necesario. A las palabras hay que añadirle escenario. Exagerados retratos de la familia y un escritorio sencillo que demuestra economía. Una cara de muerto en vida y una voz quebrada.
Eso mismo, como político al fin, hace Eric Labrador cuando quiere presentarse ante los miembros de la FPF en cualquier actividad.
Mesas largas, copas con balones relucientes, la bandera de la FIFA, la bandera de Fair Play y otros adornos superfluos para llenarles el ojo a los asistentes.
Total, ese mensaje del gobernador era conocido un mes antes, como es conocido que vendrán demandas y muchos casos en cortes estatales y federales. Nada nuevo.
Pero ese es un problema de gobierno que de alguna manera incide en la vida deportiva del país. Que no habrá dinero suficiente ni el DRD ni en el COPUR ni en Turismo, para deportes, que no son de alto rendimiento. ¿Me entendió?
En palabras sencillas, repase el presupuesto de este año de la FPF y usted me dice si la cifra de ingresos, que aparece en el mismo, es real como le hicieron creer. Ahora, busque la cifra de gastos y dígame si no hay un déficit de más de $300.000.00 para el año fiscal de la FPF.
Pero recuerdo, que en el pasado, Eric Labrador en la parte de ingresos iba a conseguir $900, 000.00 para cuadrar el presupuesto y terminó con otro déficit. El Mago de las Finanzas.
El Gobernador ya anunció su impago. Esperemos a ver cuando Eric Labrador anunciará el de la FPF. Todavía hay demandas que pagar y no hay dinero. Y las posibles entidades comerciales que pudieran aportar no confían en la administración de Labrador. Pregunte que pasó con Holsum.
No estoy escribiendo por escribir, nunca lo hago. De hecho, de catorce (14) artículos que he publicado en FBNET, ninguno ha sido refutado por las personas y los actos imputados, de los que he mencionado.
Y lo digo, porque les voy a asegurar, lo que viene de camino.
Cuando Labrador cite a una asamblea extraordinaria para presentar los mismos o un poco alterados estatutos, no logrará las tres cuartas partes (3/4) que se necesitan para su aprobación. Es más, perderá en votación simple, a pesar de una campaña agresiva que ha montado para conseguir los votos. Es sencillo: busque la lista oficial de los que votan; sume los votos de los Labradoritas y compare con los contrarios y verá el resultado. Derrotados por una pela.
Pero, eso no queda ahí: ante la cuarta derrota de Labrador, ya se está preparando una visita de funcionarios de FIFA, que vienen con la intención de examinar y preguntar a miembros de la asamblea, el porque no aprobaron los Estatutos de la propuesta de Labrador-Lamboy.
Y estos funcionarios recomendarán una Comisión Normalizadora, como pasó en el 2004. Se nombrará, esta vez, a personas que no están dentro de la pugna y me aseguran que son funcionarios que saben de fútbol, de leyes, y de finanzas; dice un pajarito, que no es el del espíritu de Chávez, que escuchó Maduro.
Esta comisión, tiene como función principal, eliminar de un cantazo al Comité Ejecutivo y al Secretario General. Solo permanecerán los funcionarios administrativos, como pasó en el 2002.
Vienen con la intención de auditar las finanzas de la FPF, sobre gastos dudosos, demandas pagadas en rebeldía, etc, etc.
Si usted es miembro del Comité Ejecutivo, es defensor del fútbol y no quiere salir de esta no honrosa manera, reúna los cinco (5) votos necesarios y pidan la destitución del culpable de hundir al deporte: ERIC LABRADOR.
Por el contrario, si esperan irse por el mismo chorro, luego no se quejen de no haber ejercido el mandato que les dio la soberana asamblea.
Y serán parte del Impago Federativo.
Ce qui-ne fonctionn pas, il est jeté.