Caguas, Puerto Rico – El torneo MLS is Back que se llevará a cabo desde el 8 de julio hasta el 11 de agosto, no contará con la presencia de Carlos Vela. El jugador mexicano decidió mantenerse al lado de su esposa embarazada y su hijo, ante el incremento de la pandemia del COVID-19 en el territorio estadounidense, principalmente en el estado Florida, donde recientemente se ha registrado un brote en diferentes delegaciones futbolísticas, como el FC Dallas.
El LAFC expresó mediante un comunicado las palabras de Carlos Vela, así como su postura oficial en la ausencia del jugador más importante para los dirigidos por Bob Bradley en el regreso a la acción del fútbol norteamericano tras el parón ocasionado por el COVID-19.
“Nada me gustaría más que estar con mis compañeros en Orlando. Yo siempre quiero dar lo mejor de mí para el Club, nuestra afición y la ciudad de Los Ángeles. Sin embargo, decidí que lo más importante para la salud de mi familia es que me quede en casa durante un embarazo complicado para mi esposa. Voy a extrañar al grupo pero los estaré apoyando desde la distancia y los espero con el trofeo de vuelta en casa. Pronto llegaremos el día en el que podrán estar juntos nuevamente y seguir logrando cosas importantes para nuestro Club”, expresó Carlos Vela.
El LAFC, por su parte, mostró el apoyo a su jugador franquicia y mencionó que esperan contar nuevamente con los servicios de su atacante estelar al regresar del torneo MLS is Back en Orlando.
“LAFC apoya y respeta la decisión que Carlos y su familia han tomado de no participar en el Torneo MLS está de regreso. Hemos tenido varias conversaciones con Carlos durante este proceso y entendemos su situación y la importancia de que se quede en casa con su familia. Apreciamos el apoyo de la liga, y esperamos contar con Carlos al regresar de Orlando para disputar el resto de la temporada”, comentó el vicepresidente ejecutivo de operaciones de fútbol de LAFC y gerente general John Thorrington.
El torneo dará inicio este próximo miércoles, 8 de junio, con el partido inaugural entre el equipo anfitrión, Orlando City e Inter Miami, en lo que es el nacimiento de una nueva rivalidad en la Major League Soccer, y en el estado de la Florida.
