Por Frankie Gautier
Cuando escuche el adjetivo, me impresioné de que viniese de una joven dama, que compartíamos estudios universitarios. Tenía una sospecha a quien iba dirigida la punzante flechada, pero, como siempre, intento indagar más allá de lo que de primera intención entiendo.
No esperando por mucho tiempo para saciar mi curiosidad, le pregunto a quien le aplica el adjetivo. Reprimiendo un poco el coraje y mirando a su derecha, me indicaba que se acercaba hacia nosotros, un compañero de estudios que se pasaba todo el día tratando de enamorarla, y ella no lo pasaba.
«Mira Frankie, es tan cara e lata, que en más de cinco ocasiones, le he dicho que no lo soporto. Me invita a desayunar, a almorzar o a cenar y no voy, lo dejo plantado y el no reconoce que no quiero saber de su existencia. Es un cara e lata».
Siempre creí que aquel estudiante universitario era el único cara e lata que iba a conocer en mi vida. Pero no fue así. El mayor soportador de desprecio y rechazo, esta vez, no de una dama, sino de miembros de clubes, ligas, asociaciones regionales y academias de fútbol afiliadas a la Federación, el Presidente de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF): Eric Labrador.
Si usted cita a la asamblea general, ordinaria o extraordinaria, para la discusión y aprobación de unos enmarañados estatutos y aún con los cucos acompañantes, la asamblea les votó en contra, es para pensar detenidamente en donde se está parado.
Si por segunda vez, usted cita a una asamblea, tratando de que le aprueben lo mismo de la vez anterior y coge una pela en la votación, luego de conseguir un quórum raquítico usted está mal.
Si usted, por tercera ocasión, cita a una asamblea para someter a su consideración un presupuesto irreal y sin documentación verificable, (amarroneao), y no logra ni el raquítico quórum, sencillamente, a usted no le hacen caso. En otras palabras, a usted no lo quieren. Ojo, faltaron hasta sus adeptos.
Pero, lo lógico es analizar la causal de este rechazo.
1- La gestión de este señor como presidente de la FPF es comparable con el trágico periodo del fútbol bajo el binomio Russi-Villa.
2- Miente constantemente sobre acciones en las cuales el no ha sido el proponente y ha sido contradicho muchas veces. Me pueden preguntar.
3- Las demandas que ha pagado la FPF, del dinero para desarrollo que viene de FIFA, por su mala administración y torpeza. Las puedo enumerar.
4- El escudo deportivo que utiliza, para solo lograr beneficios económicos, ya lo notan los miembros de la FPF.
Es fácil entender cuando no te quieren, cuando te rechazan, cuando ganas unas elecciones con menos de la mitad de los votos de los miembros hábiles. Cuando no van a una asamblea ni siquiera a comer un sándwich y un café. El diagnóstico es sencillo: NO TE QUIEREN NI LOS TUYOS.
Pero a Labrador eso le importa un bledo. El cobra su inmerecido sueldo auque usted no asista a las asambleas. El sigue mintiendo mientras el fútbol se destroza. Total: el nunca fue deportista. Total: es solo un político más.
Me encontré hace unos años con aquella dama de mis días de universitario y me dijo que el compañero de estudios, la siguió enamorando hasta luego de graduarse de la UPR, y luego me rememoró la frase aquella: «de verdad que este mundo está lleno de cara e lata». En la FPF está el mayor de ellos.
Nota: Mi próxima columna irá dirigida a los verdaderos sostenedores de este detractor del fútbol nuestro y como sacarlo.