
La fotografía de la joven de 22 años, Tayla Harris, jugadora de fútbol, fue el detonante y la causa de comentarios machistas.
Harris, jugadora australiana del Carlton Football Club en la Liga Femenina de Fútbol Australiano, colocó en su cuenta oficial de Twitter una foto donde aparece en una jugada con la pierna extendida hacia arriba, pero jamás pensó que fuera denigrada con comentarios desagradables, discriminatorios u ofensivos.
Sin embargo, el diario deportivo Herald Sun, anunció que no permitiría publicar comentarios en las noticias de fútbol femenino australiano. Esa medida fue tomada a raíz de los acosos vergonzosos que algunas personas realizan con malvada intención. Harris ha ofrecido renunciar a su sueldo a cambio de que la liga controle esos ataques que, tanto a ella como a otras féminas, resulta ser de mal gusto.

Aunque su actitud ha tenido el respaldo de otras futbolistas y deportistas del país, nada cambia las ofensas ya realizadas. La futbolista fue nominada en el año 2019 como una de las cien mujeres destacadas del año por la BBC Sport. Actualmente, en la Plaza Federation Square de Melbourne, la homenajearon con una estatua de bronce con la misma posición de la foto que tanta controversia tuvo. La realidad es que hay algo muy inmenso e importante que pocos practican y es el respeto.
Podemos diferir en millones de ocasiones con las situaciones que ocurren a diario, pero si se hace con respeto no debe haber problema. Expresarse libre y respetuosamente es algo que habla bien de uno como ser humano.
Es posible que Harris sienta gran satisfacción por el apoyo y la estatua en su honor, pero jamás olvidará las expresiones que mutilaron su integridad como persona en ese momento. Nadie sabrá cómo le ha de afectar en su vida.
Ni todo el dinero, ni los reconocimientos y si hubiera una estatua en cada rincón va a aliviar o a quitar la mancha de comentarios machistas, racistas y denigrantes, ya que son acciones de difíciles de borrar.
Esta lamentable situación es solo un ejemplo de cómo las personas pueden dañar, tanto a hombres como a mujeres en el deporte. Especialmente a las féminas, ya que no se visualizan igual al sexo opuesto en ámbitos deportivos y las personas, con expresiones negativas, hacen lo posible por destruir sus sueños. Lo importante de todo esto es actuar sabiamente y no permitir que eso afecte negativamente la reputación de su vida.
Respeto ante todo.