Anoche continuó desarrollándose la Súper Copa Gigante en el estadio Roberto Clemente Walker de Carolina, en esta oportunidad, por la rama masculina los Tornados de Humacao vencieron 1-2 (con goles de Luis Díaz a los 25’ y José Pérez a los 36’ ) a sus pares de Levittown Fluminense (gol de Luis Sánchez a los 76’)
El partido proponía grandes expectativas, ya que ambos equipos no querían perder la oportunidad de mantenerse en el grupo de liderazgo de la tabla de posiciones, y las expectativas se cumplieron.
Ambos oncenos salieron al terreno con la idea táctica de lastimar a su rival teniendo situaciones muy claras de un lado y otro, sin embargo sería el conjunto de Humacao quien golpearía primero, a los 25’ convirtió Luis Díaz, poniendo en ventaja a su equipo.
Esto provocó que el encuentro se abriera aún más, con ataques constantes a ambas porterías, pero otra vez el premio le llegaría a los Tornados, esta vez mediante una conversión de José Pérez a los 36’.
Con el resultado parcial a favor de Humacao 2 por 0, se fueron al descanso.
Para el segundo tiempo, se notó que en el entretiempo ambos entrenadores dieron indicaciones a sus dirigidos, con el objetivo de ajustar cada uno su propio esquema. Así se vio como los de Levittown salieron a presionar más cerca de la valla de Humacao, mientras este conjunto se abroquelaba firmemente en defensa, y trataba de salir ordenado en ataque.
Los minutos fueron transcurriendo y el desafío ganó en intensidad y allí surgieron las posibilidades más claras para los dos conjuntos, por el lado de Levittown dos chances netas se estrellaron, una en el travesaño y la otra en el parante vertical izquierdo de la portería de Humacao, sin embargo éstos también tuvieron la oportunidad de liquidar el pleito en un mano a mano que alcanzó a desviar el portero de los de Fluminense.
El premio para el esfuerzo de Levittown llegaría a los 76’ cuando Luis Sánchez logró el descuento, poniendo el marcado 2 a 1.
Empujados anímicamente por ese gol, Fluminense buscó perseverantemente la igualdad, y Tornados veía al reloj y la propia ansiedad del rival como sus mejores aliados. Así se llegó al final del encuentro, con un triunfo de Tornados muy festejado por su plantel y seguidores, mientras que Levittown vendió cara su derrota y salió del terreno con la frente en alto.