
El Mundial comenzó el 20 de noviembre. El primer batacazo fue Arabia Saudita mostrando la impotencia de Argentina. Seguido por Japón doblegando a Alemania. El otro Mundial comienza pronto, con el inicio de los partidos mata-mata (como dicen en Brasil) entre los clasificados de los grupos.
(Esto lo escribo antes de ver el segundo partido de Brasil o Portugal y conociendo ninguno de los clasificados a la segunda ronda)
Qué alivio. Messi sacó la papa caliente del asado, y anotó el gol contra México que destrabó el partido para el onceno campeón de los tatuajes. No veo el fútbol de conjunto ni el plantel de Argentina para coronar las aspiraciones de un pueblo y uno de los mejores jugadores de la historia (comienza el debate ya), de alzar la Copa. Argentina derrotó a México 2-0 el 26 de noviembre, un día tras el aniversario de la muerte de Diego Maradona., con un equipo nervioso y un Messi que ha perdido la velocidad y el filo de antes. Tal vez llegarán, con sufrimiento, a la final. Como hicieron en 1990.
Los medios europeos, enfocados en las ligas basadas en antiguos imperios coloniales como Inglaterra, Francia o España, desconocen los jugadores de la K-League o J-League o el Esperance de Tunez. Por eso, las sorpresas son tan deliciosas.
Estas ‘sorpresas’ vienen mayormente de un elemento nuevo irrumpiendo en lo conocido. Pero no deben ser sorpresa, porque siempre las hay.
Son los mismos elementos, pero en una receta diferente. A veces se cocinan los factores de una manera inesperada. Juntos, Son y Kane son futbolistas letales en Tottenham Hotspur, pero a veces inefectivos con la selecciones de Corea del Sur o Inglaterra. La palabra ‘hype’ (expectativas) es muy apta para este síndrome.
Y esto continuará. Marruecos derrotó a Bélgica y muestra la poca relevancia del ranking FIFA. Camerún empató con Serbia. Ghana derrotó a Corea del Sur.
Sorpresa? maybe, porque todos los mundiales tienen sorpresas, y eso es parte del drama y el encanto del evento. Corea del Norte en 1966, Peru en 1970, Polonia en 1974 Alemania Oriental le ganó al eventual campeón, sus hermanos vecinos en Múnich.
Senegal derrotó a su amo colonial Francia en el partido inaugural de Corea-Japon 2002, cuando Estados Unidos sorprendió a Portugal de Luis Figo y lo dejó fuera y las actuaciones de Corea del Sur y Turquía. En el 2006, Ghana pasó a la ronda de 16vos. En el 2010, el campeón vigente, Italia, quedó fuera. En 2014, Costa Rica derrotó a 3 campeones del Mundo en el 2014. Otra gran sorpresa fue la humillación de los alemanes a Brasil, 7-1 en su casa en Belo Horizonte en el ‘país do futebol’. Rusia y Croacia en Rusia 2018.
Por ende, los que ven el fútbol a través del prisma inglés (obsesionado con las apuestas y mercantilismo) – o el español (obsesionado con la historia) van a ver lo conocido como lo mejor.
Es el efecto colonial del fútbol, donde pensamos que las ligas que tienen mayor exposición y distribución tienen mejor nivel. Pero ‘sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas’ dice la canción.