Nunca he sido fanático de hacer las cosas por dinero, a pesar de que entiendo que este mueve el mundo y nos lleva a lo que deseamos en muchas de las ocasiones. Aun así, considero que el fútbol es un arte y al igual que la pintura, escultura y otros, esto es algo que no se puede hacer si no se siente. El deporte hay que cuidarlo, desarrollarlo y llevarlo de la mano hasta que se haga independiente y “madure”, pero en los Estados Unidos de Norte América, la meta real parece ser vender y solo eso.
La MLS merece mucho más, porque no merece ser una liga de retiro o solo una liga en la que se busque al jugador extranjero solo con el fin de llamar la atención.
Para mí, la liga debe esforzarse en crecer el talento local para que así, los talentosos de afuera quieran venir a la liga a competir y no solo para recaudar algún dinero y retirarse. Es algo que toma tiempo, pues no son cosas que pasan de un día para otro, pero debe haber un proyecto de futuro. El proyecto debe ser serio, consistente y que procure dar prioridad a los jóvenes talentos que traigan consigo un crecimiento en el carisma, la emoción y el dinamismo de la liga.
No está mal traer leyendas, pero el fin de la liga no debe ser un destino turístico, sino que ser un potencial dentro del fútbol mundial, pues en tiempos recientes han perdido un poco de protagonismo.
A pesar de que en esta temporada no se han concretado muchas altas de jugadores de reconocimiento mundial, se especula demasiado con la escuadra que desea David Beckham para su equipo y considero que esto hace deslucir a la liga. El ruido que hace el mercado y la especulación, es mucho mayor que el que hacen los jugadores del patio y esto es algo que no debería ser así nunca.
La MLS merece mucho más y no puede continuar limitándose y viviendo de la publicidad que crea el posible fichaje de alguna estrella en decadencia. La MLS debe dejar de verse como solo una opción para un buen retiro.