Dentro de las cosas extrañas o curiosas que ha tenido el torneo de verano 2012, es el llamado a huelga que muchos jugadores han iniciado en sus clubes. Con escenarios y protagonistas diferentes pero con el mismo motivo.
Ya es común escuchar en los jugadores acerca del tema de atrasos en sus salarios, que no se les pague la totalidad en las fechas acordadas, pasa el tiempo y nadie les da solución al tema.
La situación económica que vive al país no escapó de llegar a los clubes de fútbol, los salarios bajaron enormemente e incluso hasta las condiciones que se deban, quizá el asunto se deba al tema de la inflación.
En la década de los noventa y a principios de milenio, los equipos se peleaban a las mejores fichas e incluso cuidaban a sus mejores estrellas con salarios extremadamente altos, al mismo estilo de la Liga Española y de las mejores del mundo.
Entonces las planillas engrosaron, jugar fútbol era sinónimo de ser millonario y disfrutar de lujos y una vida excéntrica. Hoy en día, muchos futbolistas viven una realidad completamente distinta a esa, incluso muchos equipos sobreviven de puro milagro porque no tienen las condiciones económicas necesarias.
Los dirigentes de los equipos deberían de ser conscientes de lo que pueden o no pagar, es injusto e incluso una falta de respeto no pagarle a los jugadores sus salarios a tiempo, estos como toda persona tienen responsabilidades, familias y deudas.
Cuando yo laboré para Puntarenas FC viví esta situación, es una desmotivación trabajar y no recibir a tiempo el salario o en pequeños extractos al mejor estilo de pagos de polaco, es incluso frustrante tener gastos y no poder suplirlos e incluso muchas veces saber que se tienen que pagar cosas y no poder contar con el dinero que uno se ganó trabajando.
Recuerdo que entre jugadores, cuerpo técnico y administrativos tratábamos de apoyarnos de manera moral y económica. Nunca olvidaré cuando un jugador me dijo: qué hambre y solo tengo 2 000 colones en mi bolsa, tuve que enviar lo poco que nos dieron a mi familia. En esa ocasión el pago se hizo del 25% del salario.
Cómo un ser humano cree que se pueda vivir con pago de 25%, 15% las quincenas. Pues aquí existen dirigentes que llegan y prometen pero no cumplen, es una irresponsabilidad si no pueden mejor ni llamar al jugador para que forme parte de su equipo.
Los dirigentes de un equipo deberían de asesorarse para contar con las mejores estrategias a nivel de mercadeo para producir ingresos, no solo en llevar los partidos al Estadio Nacional, porque esto ha afectado el campeonato ya los equipos denominados pequeños optaron por esa moda y ahora los grandes no luchan ni contra la afición, ni el clima ni otras condiciones, es como si jugaran en casa.
El Ministerio de Trabajo debería de intervenir en este tipo de situaciones y exigir a los patronos cumplir con sus responsabilidades. Según nuestra legislación el no pago a tiempo del salario es una justificación para llegar a terminar una relación laboral.
Al futbolista, aunque muchos no lo vean así, se les debe de respetar como profesionales y su trabajo debe ser pagado bajo las condiciones que se le ofrecieron desde un principio.
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