La Rojita, entiéndase la selección española sub-21, se proclamó campeona de Europa con un 4-2 sobre la selección italiana.
El conjunto español entró con: De Gea, A. Moreno, I. Martínez, Bartra, Montoya, Illarramendi, Koke, Alcántara, Isco, Tello y Morata. El partido comenzó controlado por España que, al minuto siete, logró el primer tanto. Álvaro Morata baja la banda izquierda, toca con Isco quien le pasa el balón entre tres defensas para escabullirse por la izquierda y colgar el balón al área para Thiago, quien encontró el balón para mandarlo a la red y anotar el primer tanto del partido. Pero, luego de lo que parecía convertirse en un partido dominado totalmente por el seleccionado español, Italia comenzó a dar señales de vida. Y, poco después, vendría un pase largo perfectamente colocado para Ciro Immobile quien le ganó la espalda a Marc Bartra y picó el balón por encima de David De Gea para empatar el partido.
Thiago Alcántara (10) celebra uno de sus tres goles. |
La próxima ocasión vino de un tiro libre que logró conectar con la cabeza de Álvaro Morata pero el portero tomó el balón. De cualquier manera, poco después, el árbitro de línea levantó el banderín para indicar un fuera de lugar del doce español. Entonces intentó Thiago Alcántara un pase a profundidad por el centro para Morata que remató con la derecha pero el portero atajó en el suelo. La próxima oportunidad vino de la bota de Cristian Tello que elevó el balón al área. Koke intentó un taconazo de espalda pero el portero Bardi, de manera excepcional, atajó el balón. Entonces una muy buena oportunidad para Italia que ahora el portero español fue quien se lució para detenerlo con un reflejo imporesionante con una mano.
Para el minuto treinta ya Morata había intentado cuatro disparos a puerta con dirección pero en esta ocasión, sus nervios lo traicionaron. Entonces llegaría el segundo gol de la bota de, una vez más, Thiago Alcántara. Koke elevó el balón y Thiago lo bajó con muchísima calidad para lanzar el zurdazo que el portero alcanzaría a tocar pero no a evitar que entrara. Pocos minutos después, en el minuto treinta y ocho, el árbitro pitaría un penal a favor de España por falta en el área sobre Cristian Tello quien intentaba penetrar al gol por la izquierda. Fue derrumbado por detrás de las rodillas por un defensa italiano y Thiago disparó bajito y por la derecha, engañando al portero quien se lanzó a su derecha. Sería el tercer gol de Thiago, un record ya que nadie había logrado tres goles en una final de campeonato europeo sub-21.
Luego del segundo gol, el conjunto italiano se descompuso y realmente no plantaron cara. El tercero solo ayudó a hundirlos aun más. Ambos conjuntos entraron a la segunda mitad sin cambios. Morata siguió intentando anotar pero entre un disparo muy flojo desde lejos que se fue por la izquierda, un fallo justo al lado del portero y un disparo fuerte dentro del área que envió directamente a las manos del portero, era claro que la presión de ser el segundo jugador (el último lo logró en el 1970) en anotar un gol en cada etapa del torneo le llegó a la cabeza.
Thiago Alcántara (bota de plata, 3), Álvaro Morata (bota de oro, 4) e Isco Alarcón (bota de bronce, 3) |
Al minuto cincuenta y tres, Tello bajó la banda derecha para centrar para Isco Alarcón quien disparo fuerte con la derecha muy fuerte pero levemente desviado. Pitaron otro penal para España luego de una falta un poco dudosa sobre Martín Montoya quien había penetrado por la derecha al área. El equipo decidió dejar a Isco lanzar el penal en vez de Thiago (quien hubiese entonces disputado el Pichichi con Morata) o el propio Morata (quien hubiese logrado su cometido de marcar en todos los partidos). Isco anotó para adelantar a la Rojita por dos goles.
La selección española comenzó a tocar cerca de su portería y fueron sorprendidos por un gol de Borini a pase de Lorenzo Insigne, que fue cuando único apareció en el partido. Justo después, Lopetegui decidió sacar a Morata, eliminando su oportunidad por completa, y hacer ingresar a Rodrigo. Pero ese gol llegó al minuto ochenta y no fue suficiente para remontar el resultado. El banco español comenzó a celebrar la victoria al minuto dos del tiempo añadido. Al pitazo final, todos entraron al campo para celebrar con sus compañeros y llevar a cabo el clásico grito de: «Campeones, campeones.» Julen Lopetegui fue lanzado a los aires mientras Lorenzo Insigne lloraba desconsolado en la grama del Teddy Stadium en Jerusalén.
Victoria muy merecida para el conjunto rojo quienes entraban como favoritos en esta final y no defraudaron.
El equipo campeón, España, levanta el trofeo. |