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El verdadero orgullo

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Los oncenos del Puerto Rico Pride y Florida Sol tras partido inaugural de la franquicia en la WPSL. Facebook Puerto Rico Pride
Las cosas que tiene la vida.

En las elecciones para la presidencia de la Federación Puertorriqueña de Fútbol en el 2014, fue el candidato con el mejor proyecto de desarrollo del fútbol que debiera aplicarse en Puerto Rico. Con todo un equipo de profesionales en distintas materias (deportivas, legales, empresariales, médicas) ayudándole en lo que sería la salvación y recuperación del sitial que debe tener el deporte de fútbol en Puerto Rico y al nivel del Caribe y Centro América.

Pero… sacó un solo voto.

Decidió ayudar al desarrollo del deporte que le apasiona, en otros lugares, pero siempre con Puerto Rico en mente. Y se estableció en la Florida (USA), y fundó el club Puerto Rico Pride FC. Está participando en la Women’s Premier Soccer League (WPSL), la segunda en el nivel de Estados Unidos de Norte América (USA) y primera en el mundo. La primera en Estados Unidos es la National Women Soccer League.

Me refiero a Alberto Ramos.

Hablamos de un deportista, que ama al fútbol, que ha patrocinado equipos de fútbol femenino, entrenador universitario de la rama femenina, entrenador en dos escuelas superiores en dos diferentes “county” de la Florida y ahora, dueño de un club de fútbol que tiene categoría de profesional, pero, mientras jueguen universitarias no pueden ser llamadas así. Regla USA.

Alberto siempre soñó con tener un club en la WPSL y en 2008 inició los primeros pasos para una franquicia que se llamaría: Puerto Rico Lady Giants. Pero no pudo ser. Pero tampoco se amilanó. Hombre de fútbol y temple de acero.

Estaba fuera de la isla, pero era físicamente. Su alma reposaba bajo las gradas de una cancha de fútbol boricua añorando poder ayudar a nuestras muchachas. Unas nacidas en la isla y otras, por decreto de generación, establecido por FIFA. Doy por sentado que saben a que me refiero.

Por eso Puerto Rico Pride FC tiene en su plantilla a veinte y seis (26) féminas, de las cuales veinte y uno (21) tienen la mancha del plátano. No importa si nacieron en Camuy o en Tampa. Boricuas aunque nacieran en la luna.

Y algunas de renombre en la isla y miembros de nuestra selección nacional. A saber: Selimar Pagán, Adriana «Tuti» Tirado, Gabriela Vaquer, Deysla Reyes y Paola Goyco.

Y luego de estas portavoces boricuas ver y admirar la forma de jugar en esa liga, las llamadas de padres y otras jugadoras no paran. Creo que Alberto tiene varios teléfonos. Pero, ¿de verdad debemos permitir este Éxodo? ¿Nos importa? ¿Dónde recae la responsabilidad mayor?

Y Si usted no me cree… pregunte directamente a las muchachas. Ellas pueden señalar la diferencia entre nuestro actual nivel y en el que ahora participan.

En Puerto Rico lo podemos hacer. Es cuestión de voluntad, conocimiento, pasión por el deporte, confianza y un inmenso deseo de superación. Lo demás… diría mi abuelo Lorenzo: “es filfa.”

Que pena, que nuestro verdadero orgullo está en las camisetas del Puerto Rico Pride FC. Por los que queremos ver siempre a nuestra bandera flotando como estandarte de nuestros triunfos en el fútbol: Gracias Alberto.

Tu esfuerzo… es nuestro verdadero ORGULLO.

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