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Sara Rosario durante la ceremonia de abanderamiento. Foto por Edwin R. Jusino.

Como doctor en historia deportiva que soy, estas son las columnas que yo no quisiera estar escribiendo. ¿Por qué? Porque significa que por actitudes antideportivas y antidemocráticas de administradores que escásamente conocen la historia del fútbol de Puerto Rico, la entidad a la que me he dedicado a seguir, estudiar, fiscalizar y promover, de una manera o de otra, será áltamente probable expulsada del seno del Comité Olímpico.

Oportunidades de más les dieron para rectificar. Hasta esperaron a que ocurrieran las elecciones federativas para ver si la matrícula federativa recapacitaba y removía por sí misma el problema. Tiempo, tiempo y sobre tiempo se le ha dado a la administración de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF) y a su matrícula. Pero llega el punto donde todo padre debe tomar decisiones fuertes cuando uno de sus hijos se rebela contra él. No nos olvidemos que la FPF es un hijo del COPUR, habiendo sido creado por un grupo de impulsores deportivos liderados por Don Germán Rieckehoff en 1938.

No obstante, la administración actual tomó todos los pasos necesarios para asegurar su reelección sin ninguna oposición. Cuando solo hay un candidato porque ajustas los requisitos de las elecciones para dejar fuera a cualquier otro que desearía retarte no tiene otro nombre que una dictadura.

 

La FPF usa sus reglamentos de manera acomodaticia y no para regirse por ellos. Los reglamentos los imponen rápido a los que son opositores de la política pública de la FPF pero se toman su tiempo cuando se trata de oficiales federativos que son aliados del presidente de turno.

Como son los casos de Miguel Cornejo, que es la principal razón por la cual el COPUR se reune esta noche, o las sanciones hacia el Lcdo. José Olmo, o la inhabilitación de la Sra. María Larracuente de poder aspirar a la presidencia, a pesar de que cumplía con los requisitos que ellos impusieron o las múltiples querellas éticas y disciplinarias en contra del presidente de la FPF que no han sido atendidas que ya fueron sometidas al Tribunal de Arbitraje y Apelaciones Deportivas (TAAD).

El Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) no tiene otra opción que expulsar a la FPF. No hacerlo pondría en jaque la autoridad del organismo olímpico que ha ejercido a través de los años. No solo pone en riesgo la autoridad de su presidenta, Sara Rosario, y de su Secretario General, Carlos Beltrán, sino que es un ataque a la independencia deportiva propia del COPUR.

¿Cómo se puede hablar de independencia deportiva del COPUR si no pueden tener control disciplinario de federaciones miembros? ¿Cómo se puede hablar de independencia deportiva cuando se violentan los reglamentos propios?

La Constitución del COPUR dice que todos sus miembros deben reconocer y acatar al TAAD y de no hacerlo amerita la sanción de expulsión. El TAAD es el único tribunal deportivo autónomo en Puerto Rico que se especializa en derecho deportivo y que vela por el cumplimiento de los reglamentos federativos y olímpicos. No solo el TAAD es autónomo porque el COPUR lo declaró autónomo, sino que hasta sus dictámenes reciben una deferencia por parte de los tribunales estatales de Puerto Rico.

Los dictámenes del TAAD solo pueden ser anulados por el Tribunal de Arbitraje Deportivo en Lausana, Suiza.

Este mismo año, el COPUR tiene presupuestado casi $500,000 para la FPF enviar la Selección Mayor Femenina a los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Es bien acomodaticio, dame dinero pero yo decido qué obedecer y qué no de tu reglamento; una acción que está basada en mentiras.

Vamos al 22 de marzo de 2016. Hace 7 años atrás el entonces presidente de la FPF, Eric Labrador, le suministró una carta a los periódicos El Nuevo Día y Primera Hora donde el Secretario General de la FIFA de ese entonces, Markus Kattner, le indicaba que si no se aprobaban los estatutos modelos para antes del 30 de junio de 2016 la entidad estaría suspendiendo a la FPF.

El presidente de la FPF, Eric Labrador, recibió hoy una carta firmada por el actual secretario general de la FIFA, el suizo Markus Kattner, en la que afirma que si el ente puertorriqueño no aprueba el cambio antes del 30 de junio, “quedará inmediatamente suspendido hasta que se adopten los mencionados estatutos”.

Esos fueron los mismos estatutos que el Sr. Iván Rivera Gutierrez, actual presidente de la FPF, dijo que la FIFA no aprobaba. El mismo documento que incluía la jurisdicción del TAAD. El mismo documento que el Sr. Rivera dijo en el programa de ESPN Jorge Ramos y su Banda, el pasado mes de enero, que el COPUR quería usar para «quedarse con los fondos de FIFA» (había una sección que le otorgaba el patrimonio de la FPF en fideicomiso o depósito de custodio para ser manejado por el COPUR en caso de que la FPF decidiera cerrar sus puertas y dejar de operar; activos que se guardarían para la creación de otra entidad rectora para el balompie) fue el documento que FIFA aprobó luego de meses de consultas y que exigía se aprobara por la Asamblea General.

Habiendo estado de testigo de ese proceso puedo decirles que los argumentos para no aprobar los estatutos del 2016 no tenían nada que ver con la jurisdicción del TAAD y más con la composición de la Asamblea General, pues por un lado restringía participación a los clubes pero otorgaba participación a grupos de interés por primera vez en la historia.

No sería la primera vez que la FPF es expulsada del COPUR, ni tampoco sería la primera federación en ser expulsada. En 1992 la FPF fue expulsada del COPUR, injustamente de hecho, por usar jugadores nacionalizados que no cumplían con los requisitos olímpicos en las eliminatorias mundialistas. En 2011 y 2017 las Federaciones de Natación y de Ciclismo fueron expulsadas del COPUR por no obedecer al TAAD.

Si el Movimiento Olímpico de Puerto Rico desea mantener el orden y cohesión, no les debe fallar el pulso. El COPUR ya ha tenido demasiados «¡ay benditos!» con la FPF. Me parte el corazón el hecho de que eso significará que las chicas no podrán participar de los Centroamericanos. Esto debido a que aunque el COPUR desee llevarlas a los Juegos la CONCACAF, que organiza ese torneo, no permitirá su participación sino es a través de la FPF.

Como siempre serán las atletas las que terminarán siendo sacrificadas en el altar del egoísmo, pero el único responsable será el presidente de la FPF, Iván Rivera Gutierrez. El COPUR ha sido más que paciente y bastante tiempo le ha dado a la FPF para corregir sus pasos.

Si el COPUR no expulsa a la FPF esta noche abrirá las puertas a que otras federaciones decidan no reconocer al TAAD cuando no les favorezcan sus decisiones. Y ese día podemos decirle adiós a la independencia deportiva de Puerto Rico.

 

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