Lunes 15 de febrero de 2016
Edwin R. Jusino | Desde la Tribuna
En la hipotética, pero muy probable, situación que Labrador deje la silla federativa en los próximos meses, la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF) se va a enfrentar a una encrucijada. ¿Quién debe sustituir a Eric Labrador?
Esto es un analisis consensuado de las personas que pudieran aspirar a dirigir la FPF; los mismos no son necesariamente de mi agrado o de mi opinión de que genuinamente traigan el cambio necesario a la FPF.
El primero y más obvio lo es el licenciado José «Pepo» Brenes, actual primer vicepresidente de la FPF. Según el proceso burocrático y constitucional, es Brenes quien se quedaría al frente de la FPF hasta que se convoquen a unas nuevas elecciones. Brenes ha estado en la vicepresidencia de la FPF por más o menos una década, y cuenta con gran respaldo tanto de la base, como de la FIFA.
Es también miembro de la Comisión de Apelaciones de la CONCACAF.
Brenes sin duda alguna, fue el candidato a vicepresidente con más apoyo en las pasadas dos elecciones y es un ente conciliador. Sin embargo, su silencio en cuanto a la aprobación de los estatutos Labrador puede ser un punto en su contra, máxime cuando se pone en duda sus tendencias políticas de izquierda. ¿A que me refiero? Mientras fue profesor universitario, Brenes fue muy activo en los procesos de la Asociación de Profesores y Profesoras Universitarios (APPU) de la UPR. Unos estatutos que han sido señalados por ser anti democráticos, uno pensaría que Brenes estaría en la vanguardia de la oposición.
Además de Brenes, hay varias otras personas que están en la órbita o con aspiraciones a dirigir la FPF.
Uno de estos es Alberto Santiago, actual miembro asociado del Comité Ejecutivo y presidente del Bayamón FC. Yo no dudo de las buenas intenciones de Santiago, pero el camino al infierno está repleto de buenas intenciones. Sus constantes señalamientos de faltas éticas realmente lo deberían incapacitar de ser presidente federativo. Santiago cuenta con la maquinaria política del municipio de Bayamón, por lo que no se puede subestimar o descartar, a pesar de los antes dicho. Es el aparente favorito del oficialismo para sustituir a Labrador.
La segunda persona es la Sra. Ana «Anita» Rabell. En el 2010 intentó de correr por la presidencia, y ha sido una de las aliadas más aférrimas de Eric Labrador. Además es la presidente de la Comisión de Fútbol Femenino de la FPF, y miembro de la Comisión de Fútbol Femenino de la CFU. Era la presidenta de la Liga Superior de Fútbol Femenino hasta que esta desapareció y se fusionó con la Liga Nacional el verano pasado. La ambición de Rabell por dirigir la federación nunca se ha disipado. Su potencial de victoria en cualquier elección es muy bajo, ya que los clubes femeninos no la apoyan.
¿Será por eso que ha impulsado dentro de los propuestos estatutos la creación de un grupo de interés del fútbol femenino dirigido por ella para evitar que los clubes superiores femeninos tengan voto?
La tercera persona lo es el Doctor José «Josean» Berríos, ex miembro del Comité Ejecutivo, y además fue miembro de la Comisión Normalizadora del 2002. Berríos además es presidente del club Huracán FC de Caguas y fue el candidato a presidir la FPF que llegó en tercer lugar, con 17 votos a favor. Berríos ha estado interesado en la silla federativa, a pesar de haber fracasado en sus gestiones como presidente de la Comisión de Futsal y Fútbol Playa durante su estadía en el Comité Ejecutivo. De su club tampoco hay mucho que se pueda resaltar, ya que ha sido muy inconcistente en su existencia. Por problemas internos es que sale su sobrino y esposa para crear el Caguas Sporting.
Realmente Berríos no tiene el apoyo necesario para ser presidente federativo.
Finalmente tenemos que analizar la posible candidatura del mpresario Steven Álvarez. Desde su regreso, la figura de Álvarez se ha propuesto como candidato idoneo a retar a Labrador en las próximas elecciones, sin embargo Álvarez no ha confirmado su deseo de aspirar publicamente. Sus capacidades como administrador son incuestionables, ya que su éxito empresarial es claro y evidente. A pesar de que anunció que estará unos 6 meses trabajando en un proyecto de su empresa en Colombia, no dudo de que su interés de echar la FPF para adelante sea más, y de que si se diera la oportunidad Álvarez se pondría a la disposición de la Asamblea General.
Mientras Álvarez fue presidente del Club Atlético River Plate, el club estuvo en sus años de gloria y siempre subía la vara de excelencia. El único problema de Álvarez es su anhelo de perfección. A vecez su caracter choca con otras personas por que sus expectativas son superiores a lo que le producen. Pero, ese anhelo de perfección y de superar las limitaciones propias, son cualidades que beneficiarían a nuestra FPF.
En otra columna hablaré de los potenciales candidatos a la vicepresidencia de la FPF.
Foto: Archivo