Si usted era de esas personas que suele decir que el fútbol por amor no es la tendencia en los tiempos modernos, échele un vistazo al Club Sport Herediano en los últimos años y quizá su parecer cambie un poco.
Recuerdo aquel mes de julio por el año 2008, cuando en Herediano parecía que la solución a su mala situación llegaría con la firma de Roxy Blen estampada en un contrato. En ese entonces yo era la encargada de prensa del “team”.
Con paciencia esperamos ese “glorioso” momento, nuestros salarios se iban a poner al día, ya no teníamos que esperar algún milagro para que en la próxima quincena se nos pagara a tiempo ni tampoco esperar la caridad de los directivos quienes solían siempre poner de su bolsillo para que nuestro dinero llegara completo.
El día más lleno de gloria fue cuando doña Roxy Blen llegó con un cheque a la Caja Costarricense del Seguro Social para cancelar la deuda, el inicio del campeonato motivaba a todos.
Pero el cuento de hadas poco a poco fue escribiendo páginas negras, en la era de Orlando De León a lo último los muchachos a puro corazón y amor a la camiseta sacaban partidos, el tema de atrasos en los salarios era conversación diaria.
Se pronunciaron en huelga, pero el amor a esos tres colores los hacía ir a jugar incluso sin entrenar y ganaban porque cuando se juega con el corazón no existe planteamiento técnico que valga.
Pasaron los meses, llegaron los torneos y la situación parecía establecerse, pero en el actual torneo el problema de nuevo se apoderó de la institución. Le basto a Herediano perder ante Alajuelense para que jugadores y cuerpo técnico reventaran la noticia que era un secreto a voces: los atrasos de salarios y problemas administrativos.
Mario Sotela quien se vinculo de manera oficial al club florense no ha tenido la capacidad económica y mucho menos intelectual para lograr sanar las finanzas. Era noticia la amenaza de huelga, jugadores tratando de calmar el ambiente asegurando que adentro todo estaba más que perfecto.
La semana anterior tuve conocimiento de que este señor no está en nuestro país, el destino y razones solo él las conoce, ojala sea en busca del dinero que falta para poner al día los salarios y premie el esfuerzo y sacrificio de estos muchachos.
Un día antes de jugarse la final, se anuncia que la taquilla por una nueva deuda con la Caja sería embargada y el cheque prometido con el dinero que se debía no llegaba.
Y con toda esta situación, esos muchachos salieron a jugar el sábado partiéndose el alma y a puro corazón… eso es jugar por amor a la camiseta.
Lástima que este valioso grupo este en manos de Sotela, no creo que valore el esfuerzo pero sobretodo sacrificio de esta muchachada. Por este mérito merecen ser campeones.