Por Frankie Gautier
Solo recuerdo que fue una tarde en que compartíamos un grupo de amigos y que el tema era sobre, naturalmente, el deporte. Parecía una liga de naciones, porque estábamos en Costa Rica y había representación de Guatemala, de Ecuador, de Nicaragua y de Argentina. Y fue este último el que resumió el tema con la frase que sirve de título a esta columna.
Me viene a la mente, tan pronto me enteré de la salida de Carlos Avedissian, de la dirección técnica de las Selecciones Nacionales de la Federación (FPF), esa frase del argentino que se aplica en este caso, pero no como usted piensa. Todo lo contrario.
Carlos es un buen técnico. Probado a nivel internacional. Trabajador y conocedor del fútbol caribeño. Si tiene las herramientas y el apoyo moral y económico, el realiza su trabajo.
Pero, el chancho que debe irse a otro rancho, es el flamante y resbaladizo presidente de la Federación Puertorriqueña de Fútbol. Quien autoritariamente dirige la organización que en estos momentos atraviesa por la misma crisis administrativa que ha tenido desde que Eric Labrador funge como presidente.
Y lo triste del caso es que nadie en el Comité Ejecutivo se une al reclamo de Miguel Cornejo para destituirle y enviarlo al rancho en que debe estar y no hundir más al fútbol. ¿Que debo pensar? ¿Qué todos los otros piensan igual que el y apoyan sus gestiones? ¿Qué están anejados de la realidad en que se encuentran nuestras selecciones nacionales? ¿Y el desarrollo del fútbol base? ¿Y el fútbol playa y el fútbol sala?
No quiero extenderme más en este tema porque solo quiero tocar el tema de la salida abrupta del técnico de turno, que se irá con el pago total o ajustado, que debe ser de varios dígitos. Eso sucedió con el Sr. Jeaustin Campos, que también, la ignorante decisión de Labrador, le costó a la FPF un montón de dinero. Y seguimos hundiéndonos en el ranking FIFA. Total, los dineros no son de Labrador. Y total, los miembros del Comité Ejecutivo, lo apoyan. ¡Que siga la fiesta!
En mi próximo escrito, que será pronto, les daré las razones irrefutables, de porque el señor Labrador, no puede administrar eficientemente, NINGUNA organización. Y menos deportiva. Los miembros del Comité Ejecutivo y algunos de los miembros componentes de la asamblea, me dirán, si el chancho debe irse a otro rancho.
¡Que argentino sabio el de la reunión en Costa Rica!
¡GRACIAS, donde quiera que te encuentres!