Llevo décadas trabajando en el fútbol puertorriqueño en todos los aspectos y niveles. He sido agraciada, he podido romper techos de cristal como el ser la primera mujer en ser técnico de un equipo profesional masculino, venue manager y comisionada de partido para CFU, CONCACAF y FIFA, venue manager Copa América Centenario, miembro del equipo de transición de la Comisión Normalizadora de FIFA, del Comité Ejecutivo y la administración de clubes y ligas. Desafortunadamente, es frustrante ver que otras compañeras no han podido tener esas mismas oportunidades dentro del fútbol. PORQUE NO ES FÁCIL. Pero es nuestro deber, como mujeres, de involucrarnos en la lucha de nuestros derechos, en el bienestar social como el deportivo en nuestra isla. Día a día, año tras año. Tumbar las barreras que intentan limitarnos.
Ahora es más retante y de impacto el tener que enfrentarnos a un ambiente donde nosotras tenemos que unirnos y nuevamente demostrar que somos capaces de ocupar puestos de envergadura, respeto, de talento y profesionales. Los retos son grandes y el camino cuesta arriba, pero estamos empoderadas y tenemos mucho talento, damos respeto y queremos respeto.
Merecemos nuestro espacio. Aquí y ahora, convencida de que, ante tanta discrepancia, desinformación, tenemos que tomarnos un momento de cordura y enfocarnos en el futuro de nuestras jugadoras y jugadores, de nuestro fútbol de PR. No hay tiempo ni espacio para dudar hacia dónde queremos ir.
Es por eso, ante la posibilidad de enmendar los estatutos y como lo expresé en mi carta a la familia del fútbol, el aprobarlos sería uno de los peores errores que podría pasar en la historia del fútbol puertorriqueño. Insisto, cuando se pretende enmendar unos estatutos, debe haber una amplia participación, evaluación y discusión con toda la comunidad del fútbol para aspirar a la equidad, aumentar y garantizar derechos, clarificar, especificar y democratizar procedimientos administrativos disciplinarios y electorales. Mantener los contrapesos de auditoría, fiscalización, transparencia y garantizar la equidad. Y la equidad no se crea ni garantiza eliminando la Comisión Permanente Femenina, subordinar el voto femenino a la existencia o no de un equipo masculino – cual ciudadanas de segunda clase – es inaceptable. PUNTO. Utilizar de excusa de que es el ordenamiento actual, pues ese artículo era precisamente el que la administración de la FPF tendría que enmendar para equiparar la representación por género.
Necesitamos un liderato que inspire a que los hombres y mujeres que componen nuestra comunidad logren trabajar juntos por un cambio. Un cambio de respeto, equidad, comunicación y profesionalismo por el bien del fútbol de Puerto Rico. Pero no podemos esperar que ese liderato provenga de la administración de la FPF y su Comité Ejecutivo.
Actualmente la presidencia de la FPF ha propuesto unas enmiendas a los estatutos vigentes y de estos ser aprobados por los delegados en una asamblea, nuestras jugadoras de la selección mayor femenina corren el peligro de no participar en la competencia del torneo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Esto pese al esfuerzo de haber ganado su espacio en la competencia regional olímpica ante la posibilidad real de una desafiliación de la FPF del Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) según se desprende de las resoluciones del TAD y las declaraciones de la presidenta del COPUR, Sara Rosario, gracias a la postura del presidente y el comité ejecutivo de no reconocer la inherencia y decisiones del Tribunal Apelativo Deportivo (TAD) y el COPUR.
A meses de unas elecciones, la FPF está en una encrucijada por su futuro. A mi entender tiene dos grandes retos: definir mensajes fieles a su misión o visión o escoger unos estatutos justos para su futuro en su liderato. Hay que trabajar con intensidad en elaborar estatutos para la igualdad para el fútbol de PR para nuestra gente. Los estatutos se deben distinguir por su contenido y profundidad de entendimiento de su ser. En la defensa y desarrollo del fútbol puertorriqueño como nos distingue y proyectarlo hacia futuro. No se pueden hacer para quitarles la voz y voto para quedarse con el poder extendiéndose sus propios términos. Los próximos días son cruciales para tener conciencia clara y compromiso que es lo más importante.
Es inconcebible que todavía en el siglo 21, tengan que ser los hombres quienes nos defiendan y representen porque no hay suficiente representación femenina en la Federación Puertorriqueña de Fútbol. Ellos son y han sido nuestros principales aliados. Necesitamos las oportunidades y la equidad para que nosotras podamos construir un futuro lado a lado con nuestros aliados. Debemos visualizar y apoyarnos para lograr en la formación, transformación y desarrollo de nuestros jugadores y jóvenes comprometidos con nuestro deporte y tomar la mejor decisión y con conciencia al momento de emitir una votación.
En momentos en que el fútbol de PR se hunde en discriminación, faltas de respeto y desinformación, nuestro vecino República Dominicana, ha respondido en unión, trabajo en equipo, profesionalismo, equidad y empoderamiento del fútbol.
Vota NO a los #EstatutosRivera #SIAlaRepresentaciónFemenina