Si Puerto Rico fuera un club de fútbol, estaríamos en zona de descenso. Somos ese club que a pesar de tener recursos no logra arrancar; el tipo de club que la fanaticada apoya pero que cada día que pasa se desilusiona más.
Los problemas de casi, casi llegar a clasificar algún campeonato no tiene que ver con los jugadores, ni mucho menos con los entrenadores. Estos son resultados del problema de base. Tras 10 años de observar el proceso por el cual se ha encaminado Puerto Rico desde su última intervención de la FIFA en el 2002, uno puede identificar la base de los problemas siendo estos uno de continuidad en la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF), conocimiento en desarollo, mala gestión administrativa de la FPF en general, divisiones, y mala perspectiva comercial sobre el fútbol local.
Desde Colin Clarke hasta Amado Guevara el programa de Selecciones Nacionales no ha podido encontrar un identidad particular. ¿Que ha habido desarollo? Definitivamente, pero como dice la canción, un pasito para adelante, y 2 para atrás. La FPF no ha podido, ni sabido gestionar, un plan de corto, mediano y largo plaza con objetivos claros para lograr. No ha tenido la capacidad de poder comunicar cuales son los objetivos al público en general.
Y debo decir, que esto no es solo un problema de la actual administración. El pasado presidente de la FPF, José «Joe» Serralta, tampoco logró comunicar efectivamente cuales eran los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Cuando Labrador entró, que sin duda cuando ganó no tuvo un plan concreto solo algunas ideas genéricas, si había un plan efectuado por la administración Serralta fue descartado en su totalidad.
No vayan a malinterpretarme. Labrador ha tenido aciertos y logros, tal y como los tuvo Serralta. Pero en el macro, ¿realmente podemos decir que se está trabajando un plan con obejtivos claros y alcanzables a corto, mediano y largo plazo?
Lo más cercano a un Plan de Desarollo que se ha hecho en tiempos recientes ha sido las gestiones de Salvador Alemán, Director de Desarollo de la FPF vigente. Pero no hay metas claras planteadas publicamente que se quieran lograr. No se puede decir que vamos a llegar a un mundial si no se traza un plan adecuado.
Lo que me lleva a las gestiones administrativas. La actual administración federativa ha tenido 5 Secretarios Generales, 4 seleccionadores nacionales masculinos y 3 femeninos, todos con visiones administrativas y de planteamientos tácticos diferentes. Hubo dos intentos de gestionar un Departamento de Mercadeo y hasta la fecha se abandonaron las gestiones.
Un club que cambie de Gerente General y de Director Técnico tantas veces en varios años, que no tiene fondos multi millonarios, solo denota una falta de visión concreta. No culpo a Labrador por eso. El ha hecho exactamente lo que dijo que iba hacer. Como comunidad de fútbol no hemos reflexionado hacia adentro, siempre buscando el chivo expiatorio para lanzar al desierto, cargando los pecados que son de todos nosotros.
La FPF no debe ser un trampolín para «adquirir poder» por tener poder. En las venideras elecciones hay candidatos que se han presentado que no tienen la capacidad genuina para dirigir presupuestos millonarios. Que en lo poco no han podido desarollar proyectos de embargaduras, que en las posiciones donde han llegado a ostentar solo han creado divisiones, y no conciliaciones.
No podemos tener al mando de una organización a punto de descender, personas que aspiran por aspirar, por servir de marionetas o sin la experiencia genuina que necesitamos. No es momento de improvisar. Quien sea el que salga electo, debe ser una persona con capacidades administrativas. Tiene que demostrar humildad y la habilidad de admitir cuando se hacen las cosas erroneas; y sobre todo, no actuar como pichón de dictador sin tan si quiera haber ganado una elección. Una persona que cuente con los enlaces con la empresa privada y que pueda arreglar la imagen dañada que tiene nuestro fútbol ante la empresa privada. .
Porque la razón que la FPF no tiene auspicios grandes del sector privado es porque por muchos años las divisiones, la falta de proyectos concretos, y la perspectiva de inestabilidad en la FPF a causa de malas gestiones administrativas han causado una erosión en la imagen de nuestro fútbol nacional. Las empresas invierten en el fútbol juvenil, pero no en el fútbol superior o profesional a causa de lo antes planteado. Particularmente cuando se busca comenzar proyectos nuevos, dejando a un lado proyectos que llevan año gestionándose solo porque es políticamente conveniente.
Cuando los electores de la Asamblea General piensen en el futuro colectivo, y no en los neverazos que se estén gestionando, veremos como el club de fútbol que representa la FPF, va a levantarse del sótano del fútbol de CONCACAF y podrá codearse con los grandes. De que podemos, podemos. Pero siempre y en tanto se ganen elecciones por lo que X o Y candidato pueda asegurarme, a pesar de que X o Y no esté preparado para tal posición, seguiremos en el atolladero, como méndigos de la CONCACAF.
Nota Editorial: Esta columna había originalmente identificado erroneamente al Director de Desarollo de la FPF como Salvador Méndez. Su nombre correcto es Salvador Alemán.