Como uno del equipo denominado grande y de tradición de Costa Rica, se espera hasta el último minuto de un tercer encuentro para ver si clasifica a la siguiente ronda del torneo de la Concacaf. Un equipo que ha participado infinidad de veces y se supone que el peso de su experiencia tiene que reflejarse.
En una entrevista escuche a varios técnicos nacionales decir que el fútbol que últimamente se viene desarrollando alcanza para el mediocre campeonato nacional, por eso para la Liga y Saprissa quizá es fácil ocupar las primeras posiciones y recuperarse de una mala jornada.
Pero a la hora de salir y entrar en un ritmo más fuerte no nos alcanza y tenemos que estar cruzando dedos para que pase lo imposible. A penas empiezo a estudiar algunos temas relacionados con la dirección técnica de un equipo y de lo poco que he leído es la importancia de dar continuidad a un grupo.
Viendo otros equipos del mundo, donde los jugadores tienen en su conciencia que se ganan la vida pateando una bola, el ritmo es fuerte no se rotan jugadores con la justificación de dar descanso. Me puse a ver países como en España cuyos jugadores a parte de estar en un campeonato fuerte viajan sin problema con su selección y a otros torneos en los que su equipo participa.
Cuando digo mediocridad, me refiero a que no es posible que Oscar Ramírez como si fuera la gran novedad aplique la idea de rotar el equipo para evitar cansancio entre los jugadores. La planificación dentro de un equipo a la hora de hacer pretemporada debe incluir un trabajo que prepare física y psicológicamente a los jugadores de los meses fuertes que se vienen.
No se puede justificar un fracaso por exceso de partidos, cansancio o decir simplemente no nos alcanzo. El problema no son los jugadores, es la mediocridad a la hora de hacer un plan de trabajo, de trazarse objetivos, de analizar realmente como desarrollar una pretemporada para que la parte física y psicológica rinda bastante.
Cuando hablamos de que el fútbol tico está mal hay que mencionar detalles como estos, seriamente me preocupa el hecho de que los preparadores físicos no están haciendo una buena labor, por lo menos en lo que he visto. La mayoría de jugadores se desgastan rápido y luego así los recibe Pinto y no rinden.
No nos alcanza el fútbol cuando competimos fuera porque físicamente los jugadores agotan sus fuerzas, por eso durante 90 minutos no podemos estar concentrados, no podemos sostener un marcador y para contrarrestar esto es más sencillo tirarse atrás a defender.
Por eso ocupamos el puesto que ocupamos porque aparte de las deficiencias técnicas, tácticas y demás , la parte física de los jugadores está muy mal trabajada. Mucho se le echa la culpa a la formación en Ligas Menores pero el asunto va más allá de un intento de proceso.