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Los deportes son jugados por el cuerpo y ganados en la mente

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La frase de Aidan Moran, «Los deportes son jugados por el cuerpo y ganados en la mente», refleja una verdad profunda sobre la importancia de la psicología en el rendimiento deportivo. En su obra Sport and Exercise Psychology: A Critical Introduction (2012), Moran sostiene que, si bien la preparación física es esencial, es la fortaleza mental lo que realmente marca la diferencia cuando se llega a los momentos decisivos. Esta idea no solo es válida en el contexto deportivo, sino también en los desafíos cotidianos que enfrentamos en la vida. Al igual que los deportistas se entrenan físicamente, la mente también debe ser entrenada para manejar las adversidades y alcanzar el éxito.

Aunque los atletas invierten horas perfeccionando su técnica y condición física, es su capacidad mental la que les permite rendir al máximo cuando se enfrentan a presiones extremas.

Moran (2012) resalta que habilidades como la autoconfianza, la resiliencia y el control emocional son tan importantes como las habilidades técnicas. Los deportistas que logran fortalecer estos aspectos psicológicos pueden mantener la calma y el enfoque en momentos clave, como cuando el marcador está ajustado o cuando se juegan su última oportunidad.

El manejo de los fracasos es otro aspecto crucial en la psicología deportiva. Según Moran, los deportistas no pueden evitar las derrotas, pero sí pueden aprender a gestionarlas.

Aquellos que desarrollan una mentalidad resiliente, que ven cada revés como una oportunidad para mejorar, son los que realmente consiguen el éxito. Esta habilidad para superar las adversidades también es clave en la vida cotidiana, donde el éxito no solo depende de evitar fracasos, sino de cómo se responde a ellos. En este sentido, la resiliencia es esencial para seguir adelante, tanto en el deporte como en cualquier área.

Además, la gestión del estrés es fundamental. Moran explica que los atletas utilizan técnicas como la visualización y la respiración controlada para reducir la ansiedad y mejorar su enfoque. Estas herramientas, aplicables también fuera del campo, ayudan a manejar la presión en situaciones de alto estrés, ya sea en la competencia deportiva o en la vida diaria.

La situación de Pep Guardiola y el Manchester City

El caso de Pep Guardiola y el Manchester City ejemplifica cómo los factores emocionales pueden influir en el rendimiento de un equipo.

La descalificación del Manchester City en competiciones europeas y el divorcio de Guardiola son pruebas de cómo los desafíos personales y las tensiones externas pueden afectar tanto al entrenador como a sus jugadores.

Sin embargo, la capacidad de Guardiola para manejar el estrés y mantener el enfoque será clave para guiar al equipo en esta crisis. Como en cualquier enfrentamiento deportivo, una vez que suene el silbato final, se cerrará un ciclo, pero la actitud mental y la resiliencia que se demuestren durante la lucha pueden transformarse en la base para nuevas oportunidades y victorias en el futuro.

Arnaldo Ferrer es padre de un futbolista, entrenador certificado Grassroots por la US Soccer y estudiante de psicología industrial en la Universidad Carlos Albizu de Puerto Rico.

Referencia:

Moran, A. (2012). Sport and Exercise Psychology: A Critical Introduction (2nd ed.). Routledge.

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