Los que amamos el deporte rey estamos ya ansiosos de ese partido que da inicio a un sueño llamado Brasil 2014, esperamos muchos días, meses y años por volver a vivir esta pasión y ganas de ver a nuestra selección jugar.
Que si llegamos bien o mal, ya no tenemos tiempo ahora es el momento de ponerse la camiseta de la tricolor bajar a todos los santos y rezar para que empecemos con el pie derecho. Quiero confesar que me gusta el llamado de Douglas Sequeira al grupo de Pinto.
Sencillamente nuestra Selección en estos partidos necesita de jugadores con experiencia y liderazgo, este último factor nos hemos quejado bastante porque aquellos quienes podrían portar el título aún están terminando de formarse y más de uno debe caminar un poquito más para merecer ser candidato.
Lo cierto es que lejos de lo mucho o poco que estemos de acuerdo con el técnico y sus experimentos extraños, estamos a pocas semanas de arrancar nuestro sueño por el cual hemos sufrido mucho y digo sufrido porque cada vez que juega la Selección dejamos medio hígado y corazón a punto del colapso en noventa minutos.
La emoción de vivir una hexagonal más es enorme, en mi caso nunca he ido a un Mundial y hace cuatro años me propuse que Brasil sería mi meta por la cual entonces me puse a investigar del país, estudiar más las selecciones que por ley deben estar y hasta incluso entrarle fuerte al portugués.
Por el bien de nuestro fútbol, lo ideal es clasificar ya vimos como sufrieron los equipos por no tener ese dinero, necesitamos de ese respiro aunque sea raspando como decíamos en el colegio.
Peor ojalá Costa Rica no llegue solo a participar, si no también soñara como grande y nos den la ilusión de unos octavos de final y por qué no unos cuartos que si le ponemos ganas al asunto se puede todo esta en la mente.
Ojalá que ese conjunto llamado y formado por Pinto saque cien en su examen final, que nos dejen callados por todas las veces que les criticamos, que lo mostrado era nada más para esconder las verdaderas armas y que seamos el gigante de Centroamérica que fuimos en el 2002.
Como aficionados nos debemos unir y hacer de nuestros rivales un ambiente fuerte cuando vengan a jugar aquí, se debe sentir ese peso ya sea en el Nacional o Saprissa y para cerrar solo pido que Jorge Luis Pinto de verdad nos demuestre que tanta miradera valió la pena.