En el 2003 Saprissa vivió el fenómeno Vergara, llegó para quitar lo que no daba resultados y para implementar la clave del éxito.
Quizá sin conocer mucho del fútbol tico, arribó con ideas de países donde el fútbol es una máquina de hacer dinero y genera empleo no solo a futbolistas sino también a comerciantes. Costa Rica vivió un antes y un después, no lo digo yo el resultado se refleja cuando por arte de magia todas sus proyecciones deportivas y económicas se cumplen y más cuando otros equipos viendo cómo funcionaban, se dieron a la tarea de copiar lo bueno y lo hicieron.
La fórmula Vergara consistía en tener expertos en cada rama, dejarlos trabajar y muy importante darles las herramientas necesarias para que fuera así. Quizá dirán que defiendo el trabajo que realizaron por la amistad que me une a ese grupo de personas en las cuales el «mandamás» dio toda su confianza, pero precisamente eso es lo que me permite hablar de lo que hicieron y de la manera en que lograron conseguir la seguidillas de éxitos.
De la mano de Jorge Vergara , el Deportivo Saprissa volteó la mirada a promesas juveniles y hablamos entonces que las Divisiones Menores tomaron junto a sus entrenadores un papel más protagónico, el cambio de cancha sintética le permitió al técnico de la primera división ver los pequeños pollos que estaban en crecimiento y así inyectarles ante todo amor por el equipo pero sobre todo que tan pesada era la camiseta.
Entonces vimos una camada de muchachos que se hicieron hombres en la cancha, que fueron parte de un proceso y cuando llegaron a la primera división estaban familiarizados con la manera en que se jugaba y el estadio ya no era ajeno a ellos. Sencillo, la primera tarea fue implementar una identidad para que a partir de ella se diera una metodología y filosofía de juego.
No descubría el agua tibia, tan solo era recordar cómo se tenían que hacer las cosas y que precisamente de la cantera tenían que salir los sustitutos de los líderes que algún día tenían que marcharse del equipo.
Luego nos recordó como a nivel de mercadeo un equipo podía explotar su marca comercial, y vimos nuevas ideas frescas que le dieron un importante ingreso económico que les permitió ser competentes dentro del mercado ofreciendo salarios llamativos.
Puso una normativa de quitar extranjeros, precisamente para que los de divisiones menores sintieran esa responsabilidad y al mismo tiempo motivación de que en cualquier momento podían tener la oportunidad de defender la camisa del equipo que los vio nacer como futbolistas.
Vergara consolidó técnicos nacionales, de la misma cantera de esos que crecieron en el club y vivieron momentos difíciles y de gloria, esos que en su momento fueron líderes dentro del plantel.
Horizonte Morado para mi gusto llegó con ideas e incluso gente que estuvo presente cuando Saprissa entro en la crisis que casi lo hace desaparecer como equipo, se le olvido echar la mirada a las nuevas generaciones y le apostaron a foráneos con más pena que gloria.
Se le olvidó darle continuidad a una fórmula que le dejó campeonatos y el famoso Mundial de Clubes que tanto recuerdan los morados, dejaron en el olvido el talento casero para buscarlo afuera.
No digo que todo lo que han hecho está mal, porque a nivel de Responsabilidad Social me parece que es el equipo que mejor posicionado está en esta materia, incluso me agradan algunas de las cosas que han implementado a nivel administrativo donde son campeones.
La solución no es quitar al técnico, Ronald es un excelente profesional y está capacitado para dirigir a los morados y hacerlos campeón. Creo que pesa mucho el poco tiempo de anticipación con el que pudo trabajar, quizá este torneo sea su escuela y en el otro pueda devolver la alegría a su afición.
Es un asunto más allá de eso, es quizá que muy pronto se deshicieron de Alonso Solís y Walter Centeno sin tener listos los suplentes, es cierto los refuerzos son los que pidió él pero tampoco se puede pretender que sea mago y llegue de la noche a la mañana a hacer milagros.
A nivel interno Horizonte Morado debe analizar que ha pasado para que los últimos técnicos se marcharan sin conseguir éxito alguno, por lo menos retomaron una idea de Vergara poner un técnico de la casa referente del equipo en su momento.
Mañana hablaremos un poco de lo que pasa en Alajuelense, la salida de Óscar fue el fiel reflejo que sus cuatro títulos no eran obra de la casualidad.