Desde hace meses recordaran que vengo investigando el mal del fútbol tico, he entrevistado varias personas incorporadas para ir sacando mis conclusiones al respecto.
En los últimos días confieso que me motive aún más en investigar después de conversar con el técnico Jeaustin Campos, acerca de las nuevas contrataciones del Saprissa luego de nueve años regresan los extranjeros.
Campos toca un punto importante, hace falta en el país formadores de Ligas Menores e incluso planes de trabajos estructurados en desarrollar al máximo el potencial del jugador. Y la razón de que nuestro fútbol ahora este como este no es culpa de los jugadores como muchas veces se señala.
La culpa es de una buena estructura deportiva a este nivel y que venga ligada con los objetivos y carencias que tenga el primer equipo. Por ejemplo semanas atrás en una conferencia de prensa, Óscar Ramírez justificó la llegada de un lateral izquierdo extranjero y la de un brasileño a la media cancha bajo el argumento que tiro la mirada hacia las divisiones menores y que no tenía jugadores para suplir ambos campos.
Y dónde queda entonces el trabajar bajo un mismo formato, como el técnico del primer equipo no va solicitando a los de las menores ir preparando a dos jugadores en este campo … muchas preguntas que tratan de no contestar.
Hablando del mismo entrenador, menciona que en ligas menores no se producen jugadores por culpa de la tecnología, a diferencia de décadas anteriores los niños iban a las plazas a jugar fútbol y ahora prefieren estar en la computadora, jugando wii o con su celular.
Recuerdo aquellos años en los que la Liga era una máquina de producir jugadores, y con mucho cariño recuerdo también al responsable de esto Enrique Kike Vásquez. Este señor siempre andaba por todo el país, en las canchas que menos llegara a imaginarse uno sacando talentos para pulirlos y entonces surgieron ciertas estrellas que por malas decisiones su carrera no paso del punto de ser futura promesa.
No he escuchado que se siga dando eso, ahora son escuelas y campamentos en donde los niños tienen que pagar e incluso trasladarse donde el visor este. Ahora es un negocio.
Hablando con José Francisco Porras toca un punto importante, en el país si se producen jugadores el problema es el fenómeno de los últimos años: la exportación a temprana edad a destinos extraños.
Muchos jugadores se desesperan por salir del país, por buscar un sueño e incluso hacer dinero, por tal motivo saltan a ligas extrañas y muchos pierden el ritmo de competencia porque no juegan o van a ligas con un nivel muy bajo.
Este fenómeno repercute de manera negativa al fútbol: a la hora de contratarse jugadores en un equipo nacional las opciones son escasas por eso se lanza la mirada al exterior y al perder los jugadores ritmo y competencia no pueden aportar a la selección nacional su talento.
Al parecer los males del fútbol están en la raíz y en la poca asesoría que reciben los jugadores de controlar sus ansias y quemar etapas.