Pensar hace un año que México estaría pendiente en la última jornada del resultado en otros escenarios era imposible, tan imposible como creer que Panamá y Honduras le majarían los talones y lo empujarían a la cuarta posición y Estados Unidos de manera agónica romper la red para hacerles el favor para que tuvieran un 50 % probabilidades de ir al Mundial.
No fue un sueño, fue la realidad… despertó Centroamérica y por fin nos dimos cuenta que no existe escenario que deba transmitir miedo, que las estadísticas y mitos sirven para romperlos. Estamos ante una generación de selecciones que decidieron complicarle la vida futbolística hasta lo que hace unos meses eran las potencias del área.
Qué pasó ? Fue mi pregunta más común a colegas mexicanos, algo sucedió porque de repente ese gigante se tomo la pastilla del Chapulín Colorado , la famosa chiquitolina y ya no asustaba, ya no jugaba, ya no intimidaba.
Estos días aproveche para ver lo que sucede en otras federaciones, México fue mi blanco por el partido y lo que representó , empecé a buscar un poco de información y en conversaciones sacaba el tema, creo que los periodistas eran los indicados para empaparme del tema.
Después de estos días tome mis propias conclusiones, sumadas a los que una vez me dijo Yeltsin Tejeda cuando finalizó el encuentro en el azteca en aquel cero a cero frente al Tri, y más lo mencionado por Campbell de su polémica frase : No son España .
México llegó con expectativas altas, quizá por la generación que se suponía traía el éxito colgado al pecho, los logros conseguidos en años anteriores en Divisiones Menores nos hicieron creer que estábamos ante la mejor selección azteca de los últimos años.
Quizá la matemática le ayudaban a Chepo y directivos a poner un dedo en el sol de desórdenes que a lo interno pasaban, pero es típico si ganas no hay problema que valga, si pierdes se quita la cobija y todo sale a la luz.
La primera vuelta México siguió la monarquía que la historia le imponía y Centroamérica se limitó a seguir con su papel poco protagónico y llamativo, a mi parecer al entrar en la Hexagonal los mexicanos se relajaron y pensaron que la piñata ya estaba repartida antes de reventarla.
Entonces empezaron a llegar las sorpresas, Honduras quería otro Mundial y por otra parte Costa Rica no podía darse el lujo de estar por segunda vez ausente , Panamá ya tenía que demostrar resultados del proceso que arrancó hace años .
Estados Unidos solo ealizó lo que siempre tenía que hacer y no arrancó de la mejor manera , pero se puso como decimos aquí las pilas y regresó al papel de ganarle a los supuestos débiles rivales.
El qué pasó, yo lo resumo así : apoyo las palabras de Yeltsin en aquella zona mixta del Estadio Azteca , cuando jugaban ante el istmo no se preparaban de la misma manera como lo hacían ante grandes selecciones del mundo .
Se preocuparon en rondas finales, ya para que . Dejaron al niño hacer estragos en la casa y cuando quisieron parar a los rebeldes centroamericanos acariciaron el repechaje. Yo sí creo que esa selección verde nos vio con el reojo, les dimos una lección de humildad.
También creo que los dirigentes se equivocaron al sostener tanto tiempo un entrenador prepotente y orgulloso má
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Fotografía Diario Extra |
s del tiempo necesario, en Copa de Oro fue la cereza al pastel del desastre que se vivía y pensando aún que Centroamérica daba para el gasto no tomaron medidas.
Insistieron en ideas ya agotadas y conocidas, muy tarde hicieron el cambio de técnico y Costa Rica no le dio el chance de seguir con metrallazos de Bryan Ruíz y Álvaro Saborío.
Qué pasó ? … Paso que Centroamérica levantó la mano y dijo presente, los mexicanos jamás esperaron una rebeldía por parte nuestra, pensaron que a media máquina llegarían a un Mundial más, ignoraron que Europa voltea sus ojos a nuestros jugadores y ya no es como hace años.
Ahora todas las selecciones tienen legionarios en diferentes partes del mundo, eso señores da experiencia y rodaje internacional, ya no da miedo ir al Azteca, ya no temblamos cuando vienen.
¿Qué si México va al Mundial ? … Mi respuesta es sí, Nueva Zelanda no tiene una historia o un ranking FIFA que nos haga pensar lo contrario, ganará sus repechajes pero dentro de cuatro años le quedará la lección.
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