Gabriel García Marques inició una de sus frases utilizando la siguiente oración «Era aún demasiado joven para entender»… es que como pagamos caro la inmadurez y todos los errores que cometemos cuando la edad tiene de primero un uno o un dos.
Cuando se habla de Froylan Ledezma tenemos que describir a dos personajes; el primero el jugador, ese que arrancó su carrera desde muy joven, el habilidoso delantero como pocos en el país y quizá ya nunca más veamos más de ese mismo estilo, el muchacho que de la noche a la mañana era estrella y su nombre se cotizó en Europa convirtiéndose en uno de los fichajes más caros del país que partían rumbo al viejo continente en esa dorada época.
El que llegó con perfil bajo y quienes lo descubrieron vieron en él una chispa, ese que nació para meter goles y con la capacidad de hacer brincar a millones de personas con solo patear una bola. En la cancha humilde, compañero y hasta amigo. Curioso pero todos aquellos que fueron sus compañeros en diferentes etapas cuando lo describen utilizan los mismos adjetivos.
Incluso confiesan que dentro del camerino «Cachorro» es de esos que hacen reír a todos con sus típicas «salidas», ese es Froylan Ledezma el jugador profesional de fútbol cuya carrera pintaba que estaría bañada de éxito y gloria.
Ahora hablemos del segundo personaje, creo yo el que la gente le dibujo , su estilo sincero y directo como quien dice no se anda por las ramas, el que muchos titulan de «agrandado», sencillamente no anda viendo quien está a su lado para saludarlo y hacer Relaciones Públicas.
Ese quien no supo tapar su vida privada, el que se ganó la fama de fiestero, mujeriego y si se le veía en un bar ya todos comentaban su visita. En mi pensar, que importa si es agrandado, fiestero y mujeriego, en la cancha cumplía y eso bastaba.
En un país de doble moral, Froylan quiso hacer lo de las grandes estrellas pero aquí sirvió para juzgarlo y curiosamente que fuera la traba para que muchos equipos luego de su regreso por varios países le pusieran de pretexto para que no formara parte de ellos.
Este jueves se retira para mi gusto uno de los mejores jugadores de Costa Rica, lamentablemente pudo brillar más, las razones por las que se estanco solo él sabrá y que errores cometió para no dar un mayor paso.
Yo lo juzgo como jugador, creo que se limitó mucho o se conformo muy rápido, es un delantero que reúne todas las características para decir que es completo, quizá la fama y dinero llegaron rápido para pensar que sus objetivos en la vida ya estaban cumplidos.
Pudo haber llegado a un Mundial, aunque ayer dijo que no le importaba, pudo sonar en una liga de mayor renombre, pudo tantas cosas que por errores de juventud se quedaron en el «si hubiera».
Ahora que decidió colgar los tacos, solo me queda decir que ojala surjan delanteros como Froylan, los necesitamos. Ese que es aliado con el gol, quien tiene carácter para ir al frente y no le da miedo el rival.
Froylan cierra una carrera que muchas veces fue más noticia por sus actitudes fuera de la cancha que por lo que hacía. Todos se hicieron la idea de que Froylan no se dejó llevar por la exquisita zona del éxito que brinda el fútbol. Sin embargo, él anuncia que está feliz por jugar en Europa y Sudamérica, antes era difícil salir del país, el que pegaba el salto realmente era porque tenía talento.
No como en nuestros días, cualquier agente se lleva a nuestras promesas a cualquier liga y ya no se sueña con jugar en Europa, se sueña jugar donde sea pero ganando mucho dinero.