Bradenton, Florida – Hoy jueves, las Sub 17 de Puerto Rico enfrenta a Aruba en un partido por la cima del grupo B del torneo eliminatorio de Concacaf en Bradenton, Florida. Si empata o gana, los muchachos del Huracán Azul pasarán a la próxima ronda. Tras dos victorias ante las Islas Virgenes (18-0) CHECK y Anguila (8-0) Puerto Rico sumó la tercera blanqueada consecutiva (0-1 ante Martinica), pero el partido del jueves presentará diferentes retos.
Sea cual sea el resultado, planteamos cinco puntos a considerar:.
1) Primero, a este nivel y en este certamen en particular, Puerto Rico es un equipo ganador. Tras golear a sus dos primeros rivales -de inferior nivel- contra Martinica pudo conseguir y mantener el resultado 1-0. Sin desesperarse o desorganizarse mucho bajo la presión del rival, que atacaba con incursiones verticales o balonazos, Puerto Rico mostró garra y calma. Aunque hubo momentos de apremio, el equipo aguantó.
2) El cuerpo técnico acertó con la lectura y los cambios. La primera mitad fue bastante pareja, pero Antonio Delgado, cambio de medio tiempo, anotó el gol de la victoria. Hay plantel. Maxim Speed, que había anotado cuatro goles en la primera goleada contra Islas Vírgenes, le afecto el calor y se acalambró. Su suplente hizo el gol ganador.
El uniforme. Es el segundo partido seguido que el ‘Huracan Azul’ jugaron en negro. Eso causa mayor desgaste durante un torneo que se disputa durante los días de verano.
‘Vamos a pelear eso para el próximo partido’, expreso José ‘Cukito’ Martinez, jefe de delegación. Esto requiere atención institucional a varios niveles. Eso incluye hablar con el sponsor de indumentaria. Una cosa es vestir de negro en el invierno europeo. Otra es cuando varios partidos en calor candente se suceden. Eso también es manejo de torneos.
3) Parte importante de la narrativa son los padres, que viajaron y apoyan siempre. Sin conocerse antes, muchos se congregaron en Bradenton. Jugadores, padres y familiares llegados desde Alemania, Nueva Jersey, Nueva York, Florida, Atlanta y la Isla acompañaron a los jugadores; con toda la carne en el asador. Como Leonard Avilés, cuyo padre vino de Nueva Jersey y estaba en cancha fotografiando los partidos bajo el sol candente.
4) Ganarle a Martinica es significativo. Martinica es territorio del departamento (provincia) de Francia, DOM-TOM, parecido a la relación política de Puerto Rico y Estados Unidos (si Puerto Rico fuera estado).
Sin embargo, Martinica tiene un ascendente futbolístico que le distingue: de los campeones del mundo en Francia 1998, Thierry Henry nació en Francia continental (llamado L’Hexagone) y su madre es natural de Martinica, y Lilian Thuram nació en la isla vecina de Guadalupe y se fue a Francia a los 10 años. Una vez entrevisté a Thuram, quien dijo sentirse más ‘africano’ que antillano o ‘europeo’.
El tema importante es que el fútbol de Martinica está ligado al del país bicampeón del mundo, desde juveniles hasta sistemas de juego y la academia de Clairefontaine en las afueras de París.
5) Orgullo. Los jugadores caminan y juegan con la cabeza en alto. Tal vez no se vio en la transmisión de Concacaf, pero al lado de la torre de transmisión y detrás del banquillo había banderas de Puerto Rico y Francia. Literalmente y futbolísticamente, ‘plantando bandera’. Los muchachos, aunque en inglés, expresaron el orgullo de representar la isla de sus seres queridos. Ian Charles, criado en Virginia, dijo: «Nunca pensé que podría representar la isla de donde vienen ambos de mis padres. Significa tanto representar a la gente, a toda mi familia y a mis raíces».
Adrián Rosario, del Inter Miami, expresó: «Peleamos y seguimos. Eso me encanta. Queremos ir al Mundial y seguimos».
Clasificar a la próxima fase del campeonato Concacaf U-17 en Guatemala no es una formalidad. Efectivamente, es una final, pero importante también será marcar categoría de juego, y avisar que tal vez hay una generación de jugadores diferentes en la cancha.
Febrero en Guatemala, con los pesos pesados de la Concacaf, sería subir otro escalón. Paso a paso.