En la denominada temporada muerta, el silencio es dueño absoluto
Bueno, ya prácticamente culmina un año de muchas exigencias y logros en el fútbol en general, y muy pronto llegará el momento de trabajar de nuevo, con renovadas ilusiones y expectativas.
Lástima que el silencio en el principal estadio, «La Islandera» cala hasta los huesos, de día y de noche, arrullando a una hinchada que espera y como siempre aguarda una información que llega a cuenta gotas.
Y hablando de los Islanders, un equipo de vacaciones desde el 1 de noviembre con muy pocas certezas en cuanto a que jugadores integrarán la plantilla en el 2009
Recién para fines de enero, está previsto el comienzo de la pretemporada, una muy buena idea, más que nada teniendo en cuenta los futuros compromisos.
Ahora bien, será suficiente tiempo un mes, para acoplar y poner a punto al equipo?
En mi opinión, la respuesta dependerá del trabajo que se lleve a cabo, seguramente la primera etapa será la física, con mucha exigencia en ese aspecto, hay que recordar que toda esa preparación será la base para todo el año.
Pero la más preocupante es quizás la segunda parte, la específicamente futbolística. Allí es muy común que a los jugadores les cueste tomar ritmo, justamente por las sobrecargas de la etapa primera, también el grado de dificultad estará directamente relacionado con las variantes que puedan surgir en la plantilla, obviamente, cuántas menos sean, más fácil será la tarea, ya que los jugadores ya se conocen.
Ahora bien, en la mayoría de los clubes del mundo, estas pretemporadas provocan que en los primeros partidos se observen muchas deficiencias que con el correr de los juegos se van eliminando, y aquí surge el gran problema, la primer presentación oficial de los Islanders, será en cuartos de final de la Liga de campeones Concacaf, y será a partido de ida y vuelta, donde el margen de error y recuperación son mínimos, por ello es casi indispensable que el equipo tenga la chance de realizar al menos dos partidos amistosos, con el objetivo de pulir cualquier deficiencia, tanto táctica como de sincronización.
Estos juegos amistosos, no son para nada un «capricho» o una insinuación infundada, sino por el contrario una necesidad indispensable para lograr el mejor resultado en esta serie eliminatoria, más teniendo en cuenta la calidad y nivel del rival.
Quizás si el torneo regular de la USL, hubiese comenzado antes de estos encuentros, otro seria el panorama, pero la realidad indica otra cosa.
Mientras tanto, las señales que llegan son puros rumores y especulaciones más que una clara información, «que si fulanito se va, que tal otro se queda, que llegan tres argentinos, etc», pero en concreto y nombres nada de nada y para aquellos que seguimos a los Islanders desde hace tiempo, esto no nos sorprende en absoluto, ya que cada año la historia se repite, como se repite la ansiedad de los fanáticos por tener noticias, lo que provoca más y más rumores, tomando como base, frases aisladas o sacadas de contexto, por ello hay que tener paciencia y no apresurarse en especulaciones, tampoco caer en la fácil idea de exigir de la dirigencia mayor información, de la que ellos mismos poseen.
Por todo ello, y a pesar de nuestro disgusto, por ahora, el silencio manda.
Ya llegará el mes de febrero, donde nuestro aliento será el amo y señor en la Islandera…
Eduardo Cantore