La Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF) trata a los futbolistas como peones en un juego de ajedrez o peor aun, los trata como comodidades y no como lo que son, seres humanos ciudadanos o residentes de los Estados Unidos con derechos y libertades. En Puerto Rico no ha existido ni un solo futbolista con un contrato profesional, según los parámetros de FIFPro, desde el colapso del Puerto Rico FC en 2018. ¿Como entonces puedes exigir a los futbolistas amateur jugar o no jugar donde la FPF plazca?
Hay que recordar que en los reglamentos de FIFA, un jugador AMATEUR es libre al momento que termina el torneo federado. Todos los futbolistas son libres de hacer lo que deseen al concluir el torneo.
Hoy nos levantamos nuevamente con el rumor de que un equipo femenino de la Liga del Norte posiblemente no se presente a jugar en su partido de semifinales porque, según le indicaron a la liga, «la FPF amenazó nuevamente con multarlas con $500 si jugaban». Sin entrar en el asunto de que el torneo de la Liga Puerto Rico Superior femenino no tiene ni el mínimo de equipo para ser considerado oficial según los mismos parámetros de la FIFA (se requieren mínimo 6 equipos para que un torneo sea considerado oficial), el hecho de que la FPF amenaze a jugadores amateur de jugar donde les plazca es en si problemático.
Es la FPF tácitamente admitiendo que se considera no solo un monopolio, sino que también considera que jugadores que no reciben paga por jugar y que juegan al deporte por recreación, y otros por ezperanza de por si algún buscador de talentos los descubriese, son comodidades del cual ellos son dueños de.
Los seres humanos en Puerto Rico no son comodidades desde el 21 de marzo de 1873. A menos que haya un contrato válido que les prohiba a los jugadores participar en otros equipos la FPF no puede retroactivamente cambiarlos para satisfacer una política arbitraria y caprichosa o en palabras más comunes monopolística. Una vez más la FPF está tratando de imponer su política monopolística para hacerle daño a la Liga del Norte.
Debido a que la FPF decidió desconocer al Tribunal de Arbitraje y Apelaciones Deportivas del COPUR, los jugadores están forzados a apelar cualquier sanción al TAD de Suiza. Estamos hablando de miles de dólares que no hacen sentido para una multa de $500 para jugadores que no tienen ingresos directos del fútbol. Lo que redundará en que los jugadores deben escoger si seguir jugando bajo un sistema monopolístico o si eso redundará en beneficios para ellos o no.