Este mes de agosto es importante para el fútbol de Puerto Rico ya que tanto la Puerto Rico Soccer League (PRSL) como la Liga Puerto Rico (LPR), antes conocida como la Liga Nacional, presentan sus proyectos a la posteridad.
De primera instancia, el lector casual pensará que será más de lo mismo pues en Puerto Rico siempre se le ha llamado superior a las ligas profesionales. Pero en el fútbol internacional hay grandes diferencias en cuanto a lo que es una liga superior y lo que es una liga profesional.
Una liga superior es una cuyo principal objetivo es el de dar taller para desarollar talentos que pudieran aspirar a jugar en una liga profesional. Por otro lado, una liga profesional es una entidad cuyo propósito es la de generar ingresos, tener los mejores talentos en un torneo de altura y de brindar oportunidades de inversión.
Claramente ambas ligas tienen sus propósitos dentro del macro del fútbol de Puerto Rico, una está afiliada como miembro y la otra es un órgano de la FPF. Por un lado, la PRSL estará presentando un Plan Maestro que conlleva inversiones millonarias en infraestructura específica para el fútbol, mientras que la LPR aspira a seguir dando un taller de trabajo a nivel amateur elite.
La PRSL está trabajando inversiones que triplican y sobre pasán por mucho el presupuesto de la propia Federación (que es de $1.5 millones al año), mientras que el prespuesto de la LPR es de $80,000 que son fondos enviados por la FIFA según la circular 2018-07.
Los actuales inversionistas de la PRSL, Joey Serralta, el licenciado Ibrahim Reyes, Michael Hitchcock por mencionar los principales, están más capacitados y con más experiencia en el fútbol y en operaciones deportivas que lo que actualmente presenta la FPF. Tampoco deseo que se me malinterprete. La FPF tiene personas capacitadas con el conocimiento para llevar a cabo un torneo amateur de calidad, pero no es lo mismo un torneo amateur elite que uno profesional.
De los equipos de la LPR, solo uno ha demostrado tener la capacidad, tanto deportiva como económica, genuina de ir a jugar internacionalmente en las competiciones caribeñas de clubes de la CONCACAF. ¿De que vale los boletos a la CONCACAF en estos momentos cuando la mayoría de los equipos no tienen la capacidad para representar a Puerto Rico sin hacer papelones? En términos de presupuesto nada más, los equipos de la PRSL lo tendrán a su debido momento cuando la FPF tenga que ceder ante la inercia que es tener la mejor liga del Caribe operando entre su territorio.
Necesitamos una liga como la LPR que ofrezca taller a talentos y prospectos, pero sobre todo, necesitamos una liga como la PRSL que sea atractiva para los inversionistas, que construyan facilidades de primer orden, y que ayude en la masificación del fútbol.
A la larga, el tiempo, el dinero, la fanaticada, y la historia pasarán juicio de quien tiene la razón.
Nota editorial: El autor es sub-director de comunicaciones de la Puerto Rico Soccer League.