Viernes 1 de abril de 2016
Edwin R. Jusino | Desde la Tribuna
En la tarde de ayer la Prensa Asociada divulgó una noticia que debe estar haciendo temblar las fundaciones del departamento legal de la FIFA. Un grupo de jugadoras de la selección nacional demandó ayer a la Federación Estadounidense de Fútbol (USSF por sus siglas en inglés).
A simple vista el acto es uno de valentía, el feminismo puesto en práctica por la igualdad de trato en el deporte rey entre mujeres y hombres. Pero el acto de rebeldía y desafío va más allá de un asunto obrero patronal.
La FIFA por muchísimos años ha pregonado la independencia judicial de sus organismos ante los foros judiciales estatales. No obstante, en menos de un año, la FIFA ha visto esta visión de mundo desplomarse como un edificio siendo implosionado. Antes, cuando un gobierno amenazaba con intervenir con una Asociación Miembro, la FIFA simplemente suspendía y enviaba una Comisión Normalizadora para evitar la intervención gubernamental.
No obstante, tras el caso FIFA Gate, que causó el colapso de la presidencia de Blatter y ahora con esta demanda en el tribunal federal y no en el Tribunal Deportivo de Laussane, el último clavo en el ataud de la no intervención de la FIFA pudiera ser instalado.
La FIFA tiene dos opciones. O intervenir con la USSF o sepultar la noción de la independcia judicial que tanto han pregonado. A final de cuentas, creo que la FIFA no hará nada, ya que las autoridades federales estadounidenses continúan investigando a oficiales de FIFA, particularmente en CONCACAF.
Por lo que nos debe llevar a la situación en Puerto Rico. Los jugadores, tanto del masculino como del femenino, siempre han sido los que más sufren de las decisiones federativas. Sus imagenes son usadas, son explotados, y reciben poca o ninguna ayuda económica de parte de la Federación Puertorriqueña de Fútbol. En el femenino por los pasados años han surgido alegaciones de técnicos teniendo relaciones sexuales con las jugadoras, abusos emocionales, entre otros de parte de algunos técnicos que han pasado por el programa de selecciones nacionales.
Sin hablar de que a las chicas, que son las que más lejos han llegado en categoría Superior, nunca se le ha tratado de igual como a los varones. ¿Cuando fue la última vez que se invirtió recursos reales en el femenino como se ha invertido en el masculino? ¿Cuando fue la última vez que hubo tan siquiera un amistoso de calidad con otra selección femenina (no contra universidades fuera de ritmo y temporada)?
Mientras que a jugadores internacionales se les hace una zona mixta organizada y acordonada, los locales los dejaron a la deriva, tanto contra España como contra el New York City.
Si la demanda de las jugadoras de la Selección sale a favor de las mismas, no veo ninguna razón por la cual los jugadores de Puerto Rico comienzen a organizarse, y empiezen a exigir mejor trato. Empiezen a exigirle a la FPF más transparencia, mejores oportunidades, mejores entrenamientos.
Le comentaba ayer a una persona que hay que dejar de pensar como colonia, y empezar a pensar como imperio. Este es el momento para que los jugadores empiezen a exigir y hacer valer sus derechos.