Viernes 28 de octubre de 2016
Edwin R. Jusino | Desde la Tribuna
Hoy salió el anuncio de parte de la Compañía de Turismo de Puerto Rico de que se han convertido en el principal patrocinador, y sin entrar en los por menores de si es una movida fiscalmente responsable tomando en cuenta la precaria situación fiscal del gobierno de Puerto Rico, es bueno analizar lo que significa esta movida en relación a nuestro fútbol.
Es lamentable que el gobierno de Puerto Rico no tenga fe en el producto local. Por ejemplo, el único equipo con base en Puerto Rico que participa en una liga estadounidense con exposición internacional, no ha recibido para nada el mismo trato del que ha recibido el Sevilla FC. Claro, estará el argumento de que Puerto Rico FC no tiene el reconocimiento que tiene el Sevilla FC, y es un argumento válido. Según Ingrid Rivera Rocafort, presidenta de la Compañía de Turismo, la compra de los activos del Sevilla redundará en «oportunidad potencial de inversionistas a Puerto Rico, no sólo de España sino a nivel mundial, lo que representará una gran aportación al desarrollo económico de la Isla».
Y eso, que el dueño del Puerto Rico FC, Carmelo Anthony, tiene un reconocimiento similar al del Sevilla FC.
Pero este interés por el fútbol extranjero y no por el crecimiento del local, por parte del gobierno de Puerto Rico es generalizado. Es bien poco lo que los últimos dos gobiernos, tanto del Partido Nuevo Progresista (2009-2012), bajo Luis Fortuño, como el del Partido Popular Democrático (2013-2016), bajo Alejandro García Padilla, han hecho por el fútbol. Dejando claro que invertir millones de dólares en un partido amistoso entre España y Puerto Rico, en el 2012, poco o nada dejó como saldo positivo.
Y lo más irónico es, que el deporte en sí, si es administrado eficientemente y con un claro plan de corto, mediano y largo plazo, puede ser un mecanismo de desarollo económico para Puerto Rico.
Ejemplo de esto lo es la Liga Dominicana de Fútbol en la República Dominicana donde en el 2015, cuando se lanzó la liga, se esperaba que la misma generarase $2.5 millones en ganancias directas, y unos 1,000 empleos directos. En términos dominicanos eso es unos 116,829,807.69 (DOP). Todo ese dinero le beneficia al estado, pues genera ingresos, directos e indirectos.
El doctor en economía deportiva, Roy McCree PhD, de la Universidad de las Indias Occidentales en Trinidad y Tobago, postula que el deporte en el Caribe no es visto como «trabajo» sino como recreación.
«En el Caribe, la economía y el desarollo económico, ha sido equiparado historicamente con varias actividades o sectores: extracción mineral (petroleo, gas, etc.), la agricultura, turismo y manufactura. Aunque en algunas de nuestras islas, hay una mezcla entre la extracción mineral, turismo, y manufactura, en la mayoría, el caso es que la economía está centrada en una o dos de estas industrias. El pensamiento intelectual, la planificación, y la política pública de desarollo económico en el Caribe a nivel del estado, sector privado, intelectuales, uniones nunca han incluido el deporte o la cultura popular como un todo» escribió McCree en un escrito titulado The exclusion of Sport from Caribbean Economic Development.
Alicia Nichols, de caribbeantradelaw.com, postula que un factor importante para el desarollo del deporte en general en la región lo es el turismo deportivo y la exportación de servicios deportivos. Unos factores que muy poco se ha desarollado en Puerto Rico; particularmente en cuanto al turismo deportivo, pues en términos del deporte del fútbol, solo hay una competición internacional de categorías menores. En un mercado que, según la agencia PRWeb, en los Estados Unidos nada más, mueve unos 7 mil millones anuales.
En momentos donde el gobierno de Puerto Rico busca incentivar la economía local, es si acaso este sector poco desarollado en Puerto Rico donde se debería apoyar. No es solo aportar al Comité Olímpico, sino en la creación de política pública para insertar a Puerto Rico en el mercado global deportivo. De todos los deportes, sin lugar a dudas, el que más genera en términos económicos.
Por ejemplo, de las 10 ligas deportivas que más generaron en la temporada deprotiva del 2015, la mitad son ligas profesionales de fútbol de asociación.
El fútbol tanto de categorías menores, como el superior, tiene la capacidad de crecer como industria y de exportar sus servicios. La inversión, no solo en infraestructura como estadios, sino también en la creación de política pública para impulsar el fútbol, y otros deportes, como medio de desarollo económico, y no solo como una actividad recreativa, dejaría un saldo positivo a largo plazo de una inversión en tiempos de estrechez económica.