La Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF) está en jaque a pesar de todos sus intentos de zafarse y salirse con la suya como siempre. Recientemente salió publicado por el periódico El Vocero de Puerto Rico que el manejador del exreceptor de los Cardenales de San Luis Yadier Molina, Melvin Román está explorando el invertir en una franquicia de la USL League 1 (Tercera División en el escalafón de la US Soccer) para ponerla a jugar en Bayamón, Puerto Rico. Actualmente, la Constitución de la FPF en su Artículo 75 específicamente prohibe la participación de clubes afiliados a la FPF en cualquier competencia fuera del territorio de Puerto Rico sin la autorización expresa de la FPF.
A eso se le añade que la FPF obliga a todos sus miembros a participar de la Liga Puerto Rico o de alguna de sus ligas regionales como condición de membresía.
Es decir, no hay dentro de los estatutos o constitición de la FPF, hasta el momento de esta publicación, espacio para que un club como lo fueron los Puerto Rico islanders FC o el Puerto Rico FC participen de una liga estadounidense.
Adicionalmente, la FPF y el Municipio de Bayamón no han dado indicio de que hayan subsanado las diferencias que surgieron tras la FPF expulsar a miembros de la prensa (incluido el propio Gabriel Quiles de El Vocero que es quien ha estado redactando los artículos sobre Román y sus movimientos) del partido de la eliminatoria mundialista del pasado mes de junio 2024.
Por otra parte, hay que plantear la pregunta de si la FPF estaría dispuesta a permitir la competencia de dos proyectos profesionales compitiendo por la atención de la fanaticada puertorriqueña. La FPF ha estado trabajando muy de cerca con la Liga PR PRO para lanzar un nuevo proyecto este próximo mes de febrero, que según reportes de personas con conocimiento de primera mano sería una liga de 10 equipos y que supuestamente estarían usando el Juan Ramón Loubriel, el Estadio Centroamericano, el Estadio de Fajardo y otros para sus partidos.
Lo que nos lleva al panorama actual, ¿estará la FPF de Iván Rivera dispuesta a darle el aval a este nuevo equipo para que pueda participar en la USL1 si juegan en el Estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón? No importa la contestación de la FPF, la misma tendrá repercusiones legales en un tribunal.
Si la FPF brinda el aval abren la puerta a preguntas de porqué brindaron el aval a este grupo y porqué se rehusaron a dar el aval a la Puerto Rico Soccer League (PRSL) que intentó realizar unas inversiones millonarias de infraestructura para lanzar una liga profesional. Por otra parte, si se rehusan a dar el aval, y con la existencia de los casos de la NASL v. USSF, et al. y PRSL v. FPF et al. que están cuestionando la legalidad del sistema de avales impuesto por las Asociaciones Miembros a nombre de la FIFA se pudiera ver la posibilidad de que una cuarta demanda en el sistema federal le caiga en las manos a la Oficina Legal de la FIFA que está en Miami; cuarta porque la primera en ser radicada Relevant Sports v. USSF, et al. ya fue adjudicada y reafirmada por la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Hace dos años que el presidente de la FPF, Iván Rivera, al ser emplazado para la demanda federal dijo a la prensa que la demanda era «frívola». La misma se dirige a descubrimiento de pruebas y ya le ha costado a los miembros de la FPF cientos de miles de dólares en defenderlo a el.
Ciertamente la FPF se encuenta en jaque, entre la espada y la pared, entre una roca y un lugar duro.
nota editorial: Fútbol Boricua (FBNET) Inc., es parte demandante en el caso PRSL v. FPF.