Martes 2 de febrero de 2015
Edwin R. Jusino | Desde la Tribuna
¿Que pasaría si pudieramos montarnos en el delorean del Dr. Emmet Brown? Si regresaramos a los años entre 1996-2002 tal vez no pudieramos diferenciar el fútbol de los años de Russi y Villa, a los de Labrador y Santiago.
En el 2014, cuando tuve la oportunidad de entrevistar al entonces candidato Leonel Rey Febus, recuerdo que me dijo algo muy interesante. En mis palabras, Rey Febus me dijo que historicamente, cada 10 años, mas o menos, el fútbol de Puerto Rico cae en crisis. En aquel momento no tomé muy en serio sus palabras, que cada día que pasa se han convertido en proféticas.
En el 2002 hubo una intervención de la FIFA, concluyendo el mandato de Russi al frente de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF). Hagamos el ejercicio de comparar las federaciones de Russi y Villa a las de Labrador y Santiago.
No hay mucha diferencias entre uno y otro cuando se comparan sus mandatos. El historiador deportivo Luis Reinaldo Álvarez, en su libro El fútbol nos cayó del cielo: memorias del fútbol humacaeño (1956-2000) nos presenta una columna escrita en el portal futboricua.org circa 2002 (páginas 170-171):
«la evidencia existente es clara, definitivamente los destinos del fútbol son dirigidos por una Federación que no cumple su deber ministerial, que actua a puertas cerradas, que no contesta solicitudes de afiliación y que viola su propio reglamento y luego lo justifica alegando haberlo enmendado. Una Federación cuyo trabajo se ve reflejado en las goleadas inmisericordies a sus selecciones y en el ranking mundial, que no le reconoce autoridad al gobierno, que celebra sus elecciones a ocultas, una organización carente de una programación que sea de conocimiento público, y que no ha lograda nada, aun contando con recursos económicos que superan por mucho a los de la mayoría de las federaciones locales. Lamentablemente en los líderes no federados ha prevalecido el egocentrismo, la desconfianza de unos con otros, los personalismos y rencillas, que le han caido como anillo al dedo a la Federación, pues esto le ha permitido mantenerse aferrados al poder. Esto a pesar del evidente desastre administrativo. Así no vamos a ningún lado, somos una mayoría que ha sido tratada como una minoría, como un grupúsculo de detractores del fútbol, que es como ellos nos identifican en los foros donde se han llevado querellas, las cuales no han sido atendidas como ameritan. Como consecuencia de lo antes expresado, la FIFA y el COI de Puerto Rico tienen también su dosis de responsabilidad en esta situación»
¿Quién es el autor de estas palabras que, al igual que en los días de Russi y Villa, resuenan muy similar a lo que ocurre hoy bajo Labrador y Santiago? El hoy Director de Desarollo de la FPF, y entonces Auxiliar de Desarollo Deportivo del Departamento de Recreación y Deportes, Salvador Alemán.
La Asamblea General de la FPF se encuentra ante un momento histórico. En 6 años Labrador y Santiago han logrado empatar casi, casi a Russi y Villa en la mayoría de los renglones comparativos. Una administración que le ha cerrado la puerta a los medios que los fiscalizamos, solo me opta por preguntar ¿que esconden? Por excepción de algunos renglones pequeños, la descripción de Salvador Alemán sobre la administración de Russi y Villa le cae como anillo al dedo a la Federación de hoy.
Por su parte, Álvarez nos deja su perspectiva en el mismo escrito ya antes mencionado, diciendo:
Los problemas y actitudes de los dirigentes son viejos, pero para todos los que hemos participado en la organización del fútbol en algunas de sus etapas de desarollo, la evidencia es contundente, la falta de unidad de propósitos, el caciquismo y la politización constituye el talón de Aquiles del fútbol boricua.
En 13 años el fútbol boricua no ha cambiado. El historiador británico Paul Preston dijo una vez que los que no conocen su historia están destinados a repetirla. En el 2014 los delegados tuvieron la oportunidad de expulsar a los payasos, perdona a los políticos de carrera de la Federación. Por que los políticos han hecho de la FPF un circo que no da alegrías sino que da ganas de llorar. Si en vez de políticos tuvieramos payasos profesionales, quizas tuvieramos un circo que alegrase el corazón.
Por lo menos los payasos se recuerdan que su función es brindarle alegría a los niños, tal y como el fútbol debería ser. En esencia, el deporte está fundamentado en las ilusiones y sueños de nuestros niños. Los políticos de carrera solo piensan en sus pansas y en sus espejos.
¿Podrán los delegados de la Asamblea General tener la valentía de limpiar la casa o seguirán aguantandose las narizes esperando a que la FIFA intervenga? Hay que ser proactivos para cambiar los destinos de Puerto Rico en el mundo del fútbol. No se puede esperar a que otros lo hagan, porque al paso que va nuestro fútbol, dejarán a la próxima generación endeudada por la inacción de la actual generación.
Foto: Eric Labrador, Maritza Casiano y el alcalde de Byamón, el Hon. Ramón Luis Rivera hijo, en presentación del partido de la Roja en el circa 2012. por USLatino.com