Viernes 22 de noviembre de 2013
Edwin R. Jusino | Desde la Tribuna
Yo tengo grandes deferencias con la gestión federativa del presidente de la Federación, Eric Labrador. Entiendo que esperó demasiado tiempo para comenzar el proyecto de regionalización, y que su mayor problema ha sido la incapacidad administrativa de la Liga Nacional. A pesar de esto, no puedo apoyar, en justa perspectiva, un golpe de estado, perpetrado por el Comité Ejecutivo. Hay demasiado en riesgo, y la solución puede ser peor que el problema.
Digamos que la asamblea general decide sacar a Labrador, lo que presiento que es altamente probable, ¿cual es el plan? En las conversaciones que he tenido con algunos de los miembros del Comité Ejecutivo, a quienes respeto aunque difiero con ellos en esta ocasión, han hablado de las razones para sacar a Labrador, pero ninguno ha presentado un plan concreto para levantar la Federación del estado en el que está. Ciertamente, no podemos pretender volver al pasado y dejar las selecciones inactivas, especialmente la femenina mayor, que tiene una eliminatoria mundialista de por medio y tenemos buenas probabilidades de llegar a la Copa de Oro.
Otra de las quejas del Comité Ejecutivo es la continuidad de Jeaustin Campos al mando de la selección. La pregunta que yo me hago es la siguiente, ¿por qué aprobaron su nombramiento sabiendo que su salario iba ser de unos $15,000 dólares? Ustedes fueron quien lo aprobaron, por que saben que Jeaustin es el técnico indicado para el trabajo, y es quien ha levantado el nivel de nuestras selecciones inferiores. Si se va Labrador, se va a ir Jeaustin Campos también, y se que para algunos dentro del Comité Ejecutivo, eso sería excelente. Pero ¿les vale lo que piensen los jugadores, tanto los superiores como los de categorías inferiores?
Eso, sin pensar que están por llegar, según información que me han hecho llegar, fondos importantes que deben llegar de la FIFA en el 2014, empezando por los fondos para el proyecto Goal.
Aquí en lo único que se está pensando es en el yo propio, en candidaturas, y en el revanchismo y oportunismo. Hablemos claro, el único que entró en ese Comité Ejecutivo en el bando de Labrador era Luis Fiol. El resto eran de la plancha de Serralta, y/o independientes. Esta lucha de poder era un relato de una muerte anunciada.
Desafortunadamente, y entendiendo las razones validas por las cuales decidieron tomar la decisión de intentar destituirlo, creo que actuaron a destiempo. Tal vez la solución hubiese sido ordenar el cese de las visorias, con un injunction legal, y censurar o limitar sus acciones por X cantidad de tiempo. Hay pasos que se brincaron, que tal vez hubiesen sido mas efectivos, y menos nocivos.
Pero vamos, hay un viejo decir que el que esté libre de pecado tire la primera piedra. ¿Y la liga nacional de futbol sala? ¿Eso es culpa del presidente también? Se activó una selección de fútbol playa, que realmemte ni preparada estaba, ¿y hablan de despilfarro de dinero? Sin hablar de las ausencias a las reuniones con la FIFA. Si tenían cuestionamientos a la labor de Labrador, que mejor momento para hacerlo ante los oficiales de la FIFA que vinieron aquí. Claro, no es que TODOS no fueron a esas reuniones, pero sabemos que no todos fueron.
Mientras sigamos improvisando, nuestro fútbol seguirá resagado, y las personas que quieren ayudar a subir nuestro nivel se frustraran o pensarán dos vecez el ayudarnos. ¿Para que ayudarnos si lo que vamos hacer es hundirlos en el lodazal en el que nos hemos vuelto a encontrar? Presiento que, mas allá de ser tribus o feudos, este ciclo vicioso en el que veo al fútbol puertorriqueño a travesar, es similar al de un adicto. Por mas que ese adicto quiere salir, es casi imposible salir por su cuenta, y en muchas ocasiones enajena a todos aquellos que le quieren ayudar.
Yo concuerdo, Labrador no debería seguir, pero si destituirlo significa un retroceso en el terreno ganado, tanto a nivel de selecciones inferiores, como a nivel FIFA, mejor que se quede hasta el final de su mandato. Si, Labrador ha querido imponerse en ocasiones por encima de las decisiones del Comité Ejecutivo, pero hay soluciones a problemas que son peores que el problema que quieren resolver.
¿Parar el programa de selecciones nacionales? No lo creo. La verdad es que la federación necesita un liderato totalmente nuevo, que trabajen en equipo, por el bien del fútbol de Puerto Rico, y no por intereses particulares. Si yo fuese delegado de la asamblea, el cual no soy, pediría que se dejase vacante la Federación, y daría la bienvenida a la Comisión Estabilizadora de la FIFA, despues de todo, a acciones radicales, soluciones radicales ¿o me equivoco?