Viernes 25 de agosto de 2017
Edwin R. Jusino | Desde la Tribuna
Luego de un año y medio en el sótano, parece ser que por fín en barco del Puerto Rico FC ha comenzado a navegar aguas más calmadas con la llegada del almirante Marco Vélez. Vélez, con su confirmación como técnico en propiedad, se ha convertido en el primer puertorriqueño en la era moderna de la NASL en dirigir un equipo en la liga; recordando que el primer puertorriqueño en dirigir en la NASL lo fue Ricardo Ordoñez hijo de Eduardo Ordoñez Munguira. Ordoñez dirigió el Los Ángeles Aztecs en los 1960’s.
Vélez ha logrado poner a los naranjas a luchar por entrar a su primera postemporada desde que Carmelo Anthony anunció la nueva franquicia hace 2 años atrás. Lo más importante es que, si acaso el más importante prospecto puertorriqueño, Jorge Rivera ha estado siendo protagonista y figura clave en el planteamiento táctico de Vélez.
Tradicionalmente la fanatica puertorriqueña es una resultadista. Apoyan cuando el equipo va ganando y desaparecen cuando hay muchas derrotas. No es solo en fútbol, sino un patrón de comportamiento a través de los diferentes deportes que se practican en Puerto Rico. ¿Podremos romper el patrón?
Entiendo que sea facil pedirlo ahora que el Puerto Rico FC está ganando, pero ahora más que nunca el equipo necesita el apoyo de la fanaticada. Desde el 2011 un equipo de Puerto Rico no clasifica a la postemporada de la NASL y es importante para el futuro del fútbol profesional de Puerto Rico, que el Puerto Rico FC clasifique a la postemporada. La importancia de que se pueda aspirar a un campeonato y que Vélez se convierta en el segundo boricua en ganar el campeonato de la NASL.
Curioso que cuando un puertorriqueño ganó el trofeo de la NASL, lo hizo contra un equipo de Miami. Mañana, Puerto Rico FC se enfrenta a el nuevo equipo de la ciudad de Miami buscando quedarse en solitario en la delantera.