Ha costado varias semanas, pero los sevillistas han vuelto a salir contentos de su estadio en el partido disputado este lunes en el estadio de Nervión. No se acostumbra la afición española a este imperativo televisivo de tener que jugar en este día tan tradicionalmente antifutbolero, pero lo cierto es que el día festivo de mañana (por la conmemoración anual de la Constitución de 1978) animó más a los aficionados a ocupar sus asientos en la grada. Y los que lo hicieron no se arrepintieron, porque vieron la primera victoria por más de un gol de ventaja de toda la temporada. Además, aunque se ganó en Zaragoza la semana anterior, el equipo sumaba ya tres partidos sin ganar en su estadio, por lo que los tres puntos saben todavía mucho mejor.
Aunque la primera parte no fue del todo vistosa, Fazio desequilibró la balanza con un buen cabezazo, mientras que Manu del Moral, sustituto del lesionado Perotti antes del descanso, encarriló el partido en el cuatro de la reanudación, al guisarse y comerse una buena acción de ataque. La afición temía que, como en otros partidos, esa importante ventaja hiciese al equipo recular, pero en esta ocasión fue a por más y encontró premio casi al final, con un gol de bandera del eterno Freddy Kanouté. Ha dicho Marcelino en comparecencia de prensa que es una pena que no tenga tres o cuatro años menos, porque lo cierto es que su físico no ya da para muchos excesos. Sin embargo, la sola presencia del Gigante de Mali en el terreno de juego, sigue siendo un hecho a temer por los rivales.
El sábado, poco antes de ese Clásico que, si no lo ha hecho ya, pronto inundará toda la información referente al fútbol a nivel global, el Sevilla se jugará en Valencia sus opciones de volver a la zona Champions. Lo hará si le gana a la revelación, el Levante, en su feudo, donde hasta ahora sólo ha conseguido ganar su eterno rival, el Valencia CF.