Martes 5 de octubre de 2010
Alejandro Trionfini | Banquillo Técnico
Cuando empezamos a hablar de formación, siempre asociamos al aprendizaje como condimento inicial y fundamental para lograr un correcto resultado en la faz que lo planteemos.
Es indudable que en el desarrollo humano es muy importante tener ejemplos de otras personas, seres en los que nos reflejamos y que nos dejan enseñanzas con sus acciones… pero alcanzaría solo con esto, si desde pequeño no recibiríamos información y educación acorde a nuestro nivel de comprensión y de aprendizaje, para ser una persona educada y formada?.
Si quisiéramos ser excelentes profesionales en alguna rama de la medicina, o de la ingeniería, alcanzaría con un excelente nivel de universidad, si nuestra escuela inicial o primaria fuera sin sentido y con un nivel de enseñanza muy malo?.
Casi con seguridad ambas respuestas serían que no, que fuera imposible pensar que sin una base de conocimientos fuertes, sin una enseñanza gradual y planificada, sería muy difícil lograr ser alguien formado, con convicciones firmes y con conceptos arraigados y bien aprendidos.
En la educación futbolística de un individuo esto no es una excepción. Es una realidad incontrastable, para tener un buen futbolista se debe enseñar lo correcto en el tiempo correcto: a grandes rasgos:
En la etapa inicial, de 5 a 9 años, pensando en una enseñanza multideportiva, con actividades que beneficien sus conductas motoras correctamente estimuladas, con el balón asociado a dichas actividades y con una pequeña introducción al fútbol asociado en sus mini juegos (de 3 vs 3 a 6 vs. 6 o mas) pero siempre permitiendo que todos jueguen e intenten, para que nunca deje de ser una diversión.
En la etapa formativa fundamental, de 10 a 14 años, se acentuará la enseñanza técnica, se comenzarán los trabajos físicos específicos sin dejar los relacionados a sus conductas motoras, la táctica empezará a ser parte de las actividades en el entrenamiento semanal y se prestará especial atención a su comportamiento, su rendimiento escolar, sus hábitos alimenticios e higiénicos, para que cada joven empiece a adquirir conductas propias de alguien que necesitará su organismo y su inteligencia a favor de respuestas deportivas y mentales muy exigentes.
En la etapa de terminación del futuro profesional, de 15 a 18 años, la fase previa a jugar en su primera división, se hará específica su posición en el campo, con mucho trabajo táctico, con mucho tiempo dedicado a entrenar las técnicas que la posición y la línea de juego en donde se desempeña requiera, un trabajo físico intenso adecuado a la preparación de un atleta de alto rendimiento y una preparación mental basada en un jugador que se de cuenta que de él depende el funcionamiento del equipo, que si él cree que se puede ganar siempre existirá la chance y que responda de manera adecuada a la adversidad que el juego le plantea, un publico hostil en contra, un árbitro que no lo favorece con sus fallos o un marcador adverso.
Pensar indispensablemente en los contenidos que se quieren enseñar y quienes serán los responsables de la enseñanza, y cuanto mas capacitado este el profesor, mas capacidades adquirirá el alumno.
Si esto se hace desde que un niño entra en un club, será mucho mas fácil lograr buenos profesionales bien formados en todos los aspectos, y si cada club puede trabajar de manera adecuada, y logran jugadores de buen nivel, se podrá esperar que las selecciones de distintas edades sean competitivas, que el futuro de ese país en materia futbolística sea promisorio, y siempre con posibilidades de seguir creciendo.
No es casualidad que Instituciones de increíble poder económico, tengan un gran presupuesto en sus divisiones menores (Barcelona, Real Madrid, Ajax, Boca Juniors, etc) y que entonces estos clubes se nutran mayoritariamente de sus canteras y que sus selecciones logren tener un estilo y además éxitos duraderos.
Sin dudas que esto es un proceso mas lento y trabajoso, que es una inversión a futuro, que no se verán rápidamente los frutos, pero los frutos se verán, los resultados llegarán, la inversión rendirá beneficios, y fundamentalmente asegurará continuidad, un logro con bases firmes y renovables, cosa que un proyecto sin cimientos no lo da.
Usted puede comprar los mejores jugadores del planeta y con esto logrará ser parte de un buen equipo de fútbol o bien usted puede hacer que se desarrolle un programa completo de actividades, controlar que se ejecute diariamente lo que esta planeado, ver el crecimiento de sus jugadores y disfrutar de la llegada de los distintos talentos a su primer equipo y allí usted entonces, será parte de una gran institución.
Los miembros de juntas, dirigentes de clubes, de federaciones y de asociaciones tienen el futuro del fútbol en sus manos, ojala que no solamente piensen en el equipo de hoy, sino que proyecten el club o la federación de mañana, trabajar con visión de futuro, lo que nuestros grandes próceres y líderes han tenido como virtud. En el paso por una institución se puede trabajar con acciones que lo hagan permanecer en el poder, o con acciones que lo hagan perdurar en la historia. Un dilema que solo la grandeza de cada persona puede resolver.
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Alejandro Trionfini es un entrenador certificado por la FIFA, y la AFA. Argentino de prosedencia, Trionfini ha trabajado con varios programas de fútbol infantil y juvenil en Puerto Rico, resaltablemente el club Fraigcomar en el 2003, donde llegaron campeones nacionales (categoria superior). Trionfini es el editor de la pagina www.futbolpasoapaso.com.ar.