Los tatuajes del mediocampista de los Islanders cuentan la historia de este jugador.
Por Luis Santiago Arce / larce@elnuevodia.com
Para muchos, grabarse un tatuaje puede ser cuestión de moda, estética o rebeldía. Para Jonathan Steele, por el contrario, es un testimonio de vida y sus creencias.
El torso, la espalda y los brazos del mediocampista de los Islanders de Puerto Rico expresan mediante diversos tatuajes distintos aspectos de su vida, desde la imagen del Che Guevara con el mensaje ‘Hasta la victoria, siempre’ en el hombro izquierdo, hasta un poema que tiene grabado en el costado derecho en honor a un amigo fallecido.
“Son un reflejo de toda mi vida. Cada tatuaje tiene un mensaje diferente de mi vida”, cuenta Steele.
En el brazo izquierdo lleva tatuado el nombre de su madre; en la parte interior del bícep lleva el número de su camiseta de juego, el 22; en la espalda lleva un recuerdo de sus cuatro hermanos; en el costado izquierdo tiene el nombre de su hijo de dos años de edad, Jaydan; y diversos versos y dibujos de alusiones bíblicas en distintos puntos del lado derecho de su cuerpo, incluyendo la escena de la crucifixión de Jesús y de La Última Cena.
También lleva dos ángeles en homenaje a sus padres; la imagen del Padre, Hijo y Espíritu Santo, junto a la inscripción ‘Deo Volente, que significa “La voluntad de Dios, entre otras marcas.
“Es mi cuerpo, y cuando lo miro, recuerdo cosas del pasado, a mi familia y a Dios, aparte de que me gusta tenerlos. Es algo mío, aunque haya gente que no les guste”, subrayó el futbolista norirlandés de 22 años de edad.
“A mi madre no le gustan y alguna gente a veces me mira raro, pero no es tan malo”, agregó el campeón de asistencias esta temporada en el torneo Primera División de la ‘United Soccer Leagues’ (USL).
Confesó, incluso, que tiene tatuajes en áreas del cuerpo que puede cubrir con camisas para asistir a citas formales o para ir a “casa de la madre de las novia”, afirmó en son de broma.
Steele se siente totalmente cómodo con su vida desde que llegó a la Isla en marzo pasado para la pretemporada de ‘La Tropa Naranja’, tras un par de visitas previas a suelo boricua como jugador, la primera con Rochester en el 2005 y con Carolina el año pasado.
“Amo a Puerto Rico. Me encanta la comida, la cultura, el clima, las playas y la forma de vida… es grandioso”, declaró Steele, quien reside en un apartamento en el Condado y es fanático del mofongo relleno de pollo que preparan en el restaurante Bebo’s de la Calle Loíza.
Puntualizó, asimismo, que su intención es mantenerse en la plantilla isleña de seguir jugando en la USL, pero reconoció que desea llegar a ligas de mayor prestigio.
“Vine aquí porque quiero ganar y deseo ayudar al equipo a logar la meta de conquistar el campeonato de la USL, pero cada jugador siempre aspira a mejorar su nivel de competencia… si me llega una buena oferta de Europa, la aceptaría porque sería lo mejor para mi desarrollo como jugador profesional”, finalizó Steele.