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No importa el resultado, lo que sí cuenta es que el onceno de los Islanders confirmó que tienen un lugar privilegiado en el corazón de todos los fanáticos de Puerto Rico.
Durante mucho tiempo venían demostrando cuán hondo ha calado en el país el deporte del fútbol y en su momento la historia les dio la razón.
Su llegada a la final del 2008 de la United Soccer league despertó aún más, la pasión que hace mucho viene contagiando a los boricuas. Aunque no lograron su cometido de titularse campeones, sí lograron demostrar de qué son capaces.
Durante el año, victorias sobre el Maratón de Honduras y Santos Laguna de México, permitieron que la atención internacional los arropara brindando una nueva forma de que Puerto Rico sintiera el deporte.
Más reciente, el Cruz Azul, equipo legendario de México, también sintió en carne propia la derrota de parte de los Islanders, aunque al final la historia no los favoreció.
Sin embargo, los Islanders se convirtieron en el primer equipo boricua de fútbol en llegar a una semifinal de la prestigiosa Confederación Centroamericana y del Caribe (Concacaf). Esto basta para que reciban nuestros respetos.
De todas maneras, la palabra Islanders, ya es parte del diario vivir de Puerto Rico y de su nuevo amor, el fútbol.
Ahora les queda seguir cosechando esos nuevos frutos deportivos, que seguramente tendrán al fútbol como su norte de vida.
Una vez más, se demuestra que los puertorriqueños podemos llegar lejos, si unimos fuerzas y nos proponemos triunfar, no importa los obstáculos que puedan haber en el camino.