Por Sergio Castro, Director T’écnico de Islanders Sub17
Los chicos lo hicieron bien, en medio de una tremenda lluvia empezó el juego, los dos equipos bien parejos terminaron el primer tiempo 0 a 0, en el complemento minuto 7 una falta dudosa que para mí y las 350 personas que estaban allí. la vimos fuera del área. el central pita penal a favor de Don Bosco y su goleador anota el uno a cero, corrían los 11 min. y se apagó la luz de la cancha de Ocean Park que cabe aclarar, aguantó la lluvia y drenó bien para aguantar todos los juegos del sábado.
Se determinó un receso de 15 minutos mientras volvía la luz.
Dicho intervalo nos hizo bien pues nos reunimos en media cancha y dijimos esas cosas que solo en una final se dicen, el equipo entendió que quedaban 30 minutos para sacar la casta y así fue.
Se reanudó el juego y apenas pasaron 3 minutos que con un gol de antología Oscar Caratini puso el 1 a 1 con una media vuelta sin dejarla caer en el suelo, de mi parte envié al equipo a hacer l pressing y 5 minutos después Héctor Morales puso el 2 a 1 en una gran jugada de conjunto y un pase extraordinario de Carlos Cabrera que lo dejó solo frente al arco, Morales en este caso no perdonó.
El 3 a 1 lo puso el goleador Diego «Nico» Dabobe quien hizo gala de su sangre fría luego de otra genialidad de Ricardo Rosado, quien lo deja cara a cara con el portero y Diego «Nico» va asegurando la victoria aunque faltaban mas 6 minutos.
Más tarde nuevamente «Nico» Dabobe hacia el segundo de su propia cosecha y otra vez cara a cara con el arquero batiéndolo con elegancia al lado izquierdo y asegurando el título de goleador en la categoría Sub-17, el broche de oro lo puso Ricardo Rosado, quien tenia 23 segundos de haber ingresado tocando su primer balón y lo mandó a guardar al fondo de las redes para el júbilo de la hinchada Naranja que fielmente bajo el agua se mantuvo de principio a fin en Ocean Park.
Así se hizo justicia a una temporada de altibajos con cambio de técnico incluido y una nueva motivación general. De esa forma los muchachos sacaron la cara y ganaron el título. Pero no nos quedaremos allí, ya que hoy mismo empezamos a trabajar para repetir el año próximo
Para mí una experiencia inolvidable agradeciendo a Dios a la familia Islanders y a cada uno de ustedes que hacen que el deporte más bello del mundo siga creciendo en este hermoso país.