Los Islanders de Puerto Rico sufrieron su segundo revés de la campaña al caer vencidos 2-1 ante los Timbers de Portland
Desbalance. Sandy Gbandi, de los Islanders, parece perder el control cuando disputaba el balón con un jugador de los Timbers.
endi.com
Bayamón – Parece que a ‘La Tropa Naranja’ le ha gustado la costumbre de tener discretas arrancadas en su liga natural.
Tras permitir un empate 1-1 en el duelo que tuvieron 48 horas antes, los Islanders de Puerto Rico volvieron a medirse anoche al mismo oponente, los Timbers de Portland, que esta vez hicieron justo lo necesario para salir con un triunfo 2-1 ante una modesta concurrencia de alrededor de 3,000 espectadores en el Estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón.
Ahora el onceno isleño, sin incluir su paso la semana anterior por la ronda de campeonato del Caribe en Trinidad y Tobago, tiene marca de dos victorias, tres empates y dos derrotas para nueve puntos acumulados en siete salidas, quedando en el sexto puesto de la clasificación general en el torneo Primera División de la United Soccer Leagues (USL).
“Es decepcionante, pero es mejor que esto pase ahora a que ocurra más tarde”, dijo el director técnico de los Islanders, Colin ‘General’ Clarke, a El Nuevo Día, sin olvidar que en los últimos tres años el equipo ha tenido lentos inicios de campaña antes de tomar fuerza rumbo a lograr eventualmente su clasificación a la postemporada.
Y si fuera sólo por estadísticas, el conjunto local hubiera dominado anoche con facilidad desde el silbatazo inicial, pero los números hay que respaldarlos con acciones. Los anfitriones, buscando suerte con la combinación de camisa blanca con pantalón anaranjado y usando por primera vez en la USL a los boricuas Andrés Cabrero y Alexis Rivera en la alineación titular, comenzaron atacando con fuerza hacia el arco rival, con repetidos intentos, incluyendo par de tiros de Kendall Jagdeosingh, pero sin suerte.
Portland, a su vez, amenazó al minuto 20, aprovechando una mala entrega del defensor isleño, Nigel Henry, que terminó con un violento disparo de Takayuki Suzuki que obligó a una esforzada tapada de Bill Gaudette, y avisaba las intenciones del cuadro visitante, que nunca había ganado en cuatro viajes previos a ‘La Islandera’.
Al minuto 24, Brian Farber se escapó por el lateral izquierdo, se acercó al área chica y sacó un centro que recibió Mandjou Keita frente a la portería boricua para marcar el 1-0, que pareció despertar al onceno anaranjado, hasta que finalmente llegó el empate 10 minutos más tarde. Tras una falta de Mamadou Danso contra Jagdeosingh, llegó el cobro de Jonathan Steele con un certero servicio que recibió John Krause con un sutil toque que puso el balón al fondo de la red para el 1-1.
La alegría, sin embargo, se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. En una jugada de balón parado, al ’36, David Hayes puso el balón en juego, recibiendo Farber profundo en la línea de fondo para sacar el pase que Danso aprovechó para superar a Gaudette con la anotación que al final de la jornada resultó decisiva.
Los Islanders, subcampeones del torneo USL-1 el año pasado, dominaron 7-3 en disparos a puerta y 7-1 en tiros de esquina durante la primera mitad, pero no sacaban provecho. Ya en el segundo tiempo, la historia era parecida, con un equipo local incapaz de concretar un ataque para igualar el marcador, y una visita apostando al contragolpe.
Hubo al menos dos claras ocasiones de gol que los isleños fallaron en convertir en esa segunda etapa, una de Jagdeosingh al ’55 y una de Steele en carrera solo frente al arco al ’78, aparte de una anotación invalidada por falta previa en lucha por el balón. En los minutos finales la frustración era evidente, incluso en las gradas, donde no se veían ondear las tradicionales banderas del Batallón y el silencio decía más que mil palabras.
“Estamos sufriendo de falta de confianza frente al gol, que son las oportunidades que hay que aprovechar para levantar la confianza. Eso no se está logrando y no estamos haciendo un buen trabajo en la defensa contra los pases cruzados y hay que hacer ajustes en eso… estamos permitiendo demasiados goles malos”, subrayó Clarke con evidente insatisfacción, pero esperanzado en un pronto resurgir isleño.
“Seguiremos trabajando duro y estoy seguro que seremos un mejor equipo al final de la temporada”, agregó, a medida que sus jugadores se dirigían cabizbajos y desmoralizados hacia el camerino. Ahora los Islanders, que han jugado en casa cinco de sus primeros siete desafíos, se dirigirán a par de compromisos fuera del Loubriel, este viernes 29 en Austin y domingo 31 en Minnesota.