Sábado 6 de octubre de 2012
Edwin R. Jusino | Desde la Tribuna
ejusino@futbolboricua.net
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Profesor Abner Rodriguez |
La misma historia de todos los años, se quedan sin gasolina al final.
Dejando claro que soy Colegial, con la sangre verde y blanca desde hace 6 años, he visto al equipo del Colegio repetir la misma historia, vez tras vez. La ilusión óptica de que dominan su sección, solo para caer derrotados ante los equipos de la Beitía o hasta la misma Interamericana siempre es el pan nuestro de cada día.
En este caso, solo hay un responsable. El técnico Abner Rodríguez. Un ave de paso que sigue soñando en las glorias pasadas que alcanzó como jugador, pero que de técnico tiene lo que yo tengo de matemático, ni un pelo.
Rodríguez, siempre tiene un buen onceno, capaz de llegar al campeonato, pero siempre se queda corto de gasolina. ¿Culpa de los jugadores? Lo dudo. Los jugadores no son los mismos de hace 6. Ni mucho menos de hace 2 años atrás.
No señores, el gran problema es Abner Rodríguez, quien al ser catedrático, se cree intocable. Mis crítica a este personaje del Colegio han sido constantes desde que estábamos trabajando el programa Pasión Fútbol en Radio Colegial.
Lo peor del caso es que Abner ha cruzado una ralla. Una cosa es ser un técnico mediocre, porque en el mismo partido de hoy ante la Interamericana se notó, pues puso a un izquierdo a correr por la banda derecha y a un derecho por la izquierda. No supo controlar a sus jugadores tras el gol de la Interamericana, lo que causó la expulsión de uno de los jugadores.
Más allá de las incompetencias de Abner, su arrogancia es tal que maltrata a los miembros de la prensa, especialmente a este servidor, que al principio de la temporada amenazó con llamar la guardia universitaria si transmitíamos gratuitamente aquel partido, por no tener un permiso, que a la larga, descubrimos que no existe tal reglamento, según la Directora del Departamento de Actividades Atléticas.
Pero más allá de lo que pudo haber, o intentado de hacer, a mi persona, lo peor es lo que ha intentado de hacer en su prepotencia. Primero dejó fuera, y por consiguiente, sin beca, a un jugador por que este tuvo la osadía de decir que Abner no practicaba al equipo durante la semana en la temporada pasada. También el profesor ha estado intentando de remover al técnico del equipo femenino, después de que Rodríguez rechazó la oferta de dirigir el mismo en la pasada temporada. Claro, ahora el equipo es oficial, y puede aprovechar el sueldo extra.
Pero lo peor de todo son los reportes que Rodríguez ha, alegadamente, hecho insinuaciones a árbitros con hacerles difíciles su estadía en el RUM, pues estos son estudiantes del Recinto. Desafortunadamente, nadie se atreve hablar en record ante las autoridades universitarias por miedo a las represalias que esta ave de paso pudiera intentar de hacer.
Mientras Abner Rodríguez sea el técnico de los Tarzanes, el Colegio no volverá a la cúspide del fútbol, y seguirá la sequía actual desde el último campeonato en el 1998.